viernes, 31 de agosto de 2007
en familia. Estrella Morente
Estrella Morente, esa estampa que devora, cantó con su ángel, su delicadeza. Pero las sutilezas de esta maravilla del Albaicín debieran ser mejor mimadas por los arreglos musicales. Repertorio largo, para lucir esa voz privilegiada. Y el fragor guitarrero metiendo bulla. A cuento de qué ese comienzo blusero del tango “Volver”. Menos mal que Estrella canta de maravilla, porque si no acabamos con Gardel torciendo el ceño. Igual pasó con el bolero “Nostalgias”, que la voz quedó encofrada de guitarras.
Hubo bulerías, alegrías, granaínas, soleá, tangos de la casa, y también, aquella popular “Estrella” que compuso el padre en los cambiantes años 70. Enrique se niega cantarla hoy. Estrella se saca la espina. Es una cantaora sin parangón, con esa magia escénica. Esa planta que echa el resto hasta cuando deja caer el abanico. Si la guitarra acompaña sutil, Estrella se lleva el mundo por delante. Sola, desnuda de rasgueados a toda presión, la voz cayó del cielo para cantar los terrenales pregones de El Niño de la Mora. Hubo fiesta final arrebujando a la Negra Tomasa con el “Kimbara,, kimbara, kumba, kimbambá…”, de Celia Cruz, y el cubaneo “Curricuchí, cuchí, cuchá…“, del patriarca. La familia Morente estaba casi al completo encima del escenario.
Bienal Málaga en Flamenco´07. Playa del Palo, Málaga.
perfección. Chano, Pardo, Benavent, Tino, Chonchi
Foto KYOKO
Lo mejor, en grado absoluto, es imposible localizarlo. Pero una de las mejores músicas que pueden escucharse es la que hacen Chano Domínguez, Jorge Pardo, Carles Benavent y Tino Di Geraldo. A la orilla de la playa, las olas del mar rompían a tiempo, también a medido contratiempo, milagro de la madre naturaleza, se mecían por tangos con los compases de “Yo sólo quiero caminar”. “Siete de Paco”era una noche de ofrenda a Paco de Lucía, recordando el temario del genio de Algeciras, recreado por Chano Domínguez y Jorge Pardo en el siglo pasado.
Lógico era prever que se fueran sumando, Carles Benavent y Tino Di Geraldo, dos miembros insustituibles del mítico sexteto de Paco. Y de guinda el cante de Chonchi Heredia. La etiqueta de flamenco jazz no hace justicia a estos músicos estratosféricos. Se queda corta. Todos han desarrollado una expresión propia. Tocan de locura, sobrados, serenos, sabios, plenos. Sólo ellos pueden hacerlo así de perfecto.
Bienal Málaga en Flamenco´07. Chano Domínguez, piano; Jorge Pardo, flauta y saxo; Carles Benavet, bajo; Tino Di Geraldo, batería; Chonchi Heredia, voz. Plata del Palo, Málaga.
Lo mejor, en grado absoluto, es imposible localizarlo. Pero una de las mejores músicas que pueden escucharse es la que hacen Chano Domínguez, Jorge Pardo, Carles Benavent y Tino Di Geraldo. A la orilla de la playa, las olas del mar rompían a tiempo, también a medido contratiempo, milagro de la madre naturaleza, se mecían por tangos con los compases de “Yo sólo quiero caminar”. “Siete de Paco”era una noche de ofrenda a Paco de Lucía, recordando el temario del genio de Algeciras, recreado por Chano Domínguez y Jorge Pardo en el siglo pasado.
Lógico era prever que se fueran sumando, Carles Benavent y Tino Di Geraldo, dos miembros insustituibles del mítico sexteto de Paco. Y de guinda el cante de Chonchi Heredia. La etiqueta de flamenco jazz no hace justicia a estos músicos estratosféricos. Se queda corta. Todos han desarrollado una expresión propia. Tocan de locura, sobrados, serenos, sabios, plenos. Sólo ellos pueden hacerlo así de perfecto.
Bienal Málaga en Flamenco´07. Chano Domínguez, piano; Jorge Pardo, flauta y saxo; Carles Benavet, bajo; Tino Di Geraldo, batería; Chonchi Heredia, voz. Plata del Palo, Málaga.
miércoles, 29 de agosto de 2007
por Camarón, por Paco. Tomatito
Foto KYOKO
“Camaroneando” se llamaba la faena de Tomatito. Y también fue uno de los siete homenajes que hace la Bienal de Málaga a Paco de Lucía. Todo un poco redundante. Porque Tomatito fue escudero de Camarón durante tantos años, porque su guitarra sería imposible sin el magisterio de Paco, porque el gran tocaor de Almería tiene una deuda a primera sangre con los dos genios. Tomate “camaronea”, y “paquea”. Si no fuera así, este Tomatito que admiramos sería otro. Nos lo habrían cambiado.
A la Playa del Palo, con el mar por telón de fondo, se fueron los flamencos. Era de día cuando Tomate salió a escena por alegrías. Vimos caer la tarde, oscurecerse el día, llegar la noche. Un piloto a bordo de un parapente motorizado sobrevolaba el escenario. Eso fue cuando los cantaores abordaban los carismáticos tangos: “Yo soy gitano,/ y vengo a tu casamiento,/ a partirme la camisa,/ la camisita que tengo”. Había hecho José Fernández Torres una primera parte por esa vereda suya que ha encontrado su camino tirando por el Paco. Soniquete victorioso, picaos vertiginosos, rasgeados centelleantes, falsetas matadoras, ya sea en la minera o en la bulerías, todo pasma en la guitarra de Tomatito. Echándole coraje y melena al viento, José Maya bailó dando espectáculo.
La segunda parte de la velada estuvo consagrada al compás, a los tangos y bulerías. Hay genuina fiebre camaronera en el cante de Potito, tiene un punto de la locura que era cósmica el genio de la Isla. Morenito de Illora se rebuscó a fondo hasta encontrar las palabras justas de la expresión camaronera. “Que yo estaba muy malito en mi cama/ Ay, y avísale a un doctor/ que me quitara las fatigas que yo tengo/ dentro de mi corazón”. Y las penas se rompieron en fiesta: “Sácala, sácala/ sácala, sácala/ sácala ya/ que la viá domá, que vi´a domá…”
Bienal Málaga en flamenco 07. Tomatito. Músicos Cristóbal Santiago, Bernardo Parrilla, Lucky Losada, José
aya, Potito, La Tana, Morenito de Illora y Angeles Torres. Lugar: Playa del Palo, Málaga.
“Camaroneando” se llamaba la faena de Tomatito. Y también fue uno de los siete homenajes que hace la Bienal de Málaga a Paco de Lucía. Todo un poco redundante. Porque Tomatito fue escudero de Camarón durante tantos años, porque su guitarra sería imposible sin el magisterio de Paco, porque el gran tocaor de Almería tiene una deuda a primera sangre con los dos genios. Tomate “camaronea”, y “paquea”. Si no fuera así, este Tomatito que admiramos sería otro. Nos lo habrían cambiado.
A la Playa del Palo, con el mar por telón de fondo, se fueron los flamencos. Era de día cuando Tomate salió a escena por alegrías. Vimos caer la tarde, oscurecerse el día, llegar la noche. Un piloto a bordo de un parapente motorizado sobrevolaba el escenario. Eso fue cuando los cantaores abordaban los carismáticos tangos: “Yo soy gitano,/ y vengo a tu casamiento,/ a partirme la camisa,/ la camisita que tengo”. Había hecho José Fernández Torres una primera parte por esa vereda suya que ha encontrado su camino tirando por el Paco. Soniquete victorioso, picaos vertiginosos, rasgeados centelleantes, falsetas matadoras, ya sea en la minera o en la bulerías, todo pasma en la guitarra de Tomatito. Echándole coraje y melena al viento, José Maya bailó dando espectáculo.
La segunda parte de la velada estuvo consagrada al compás, a los tangos y bulerías. Hay genuina fiebre camaronera en el cante de Potito, tiene un punto de la locura que era cósmica el genio de la Isla. Morenito de Illora se rebuscó a fondo hasta encontrar las palabras justas de la expresión camaronera. “Que yo estaba muy malito en mi cama/ Ay, y avísale a un doctor/ que me quitara las fatigas que yo tengo/ dentro de mi corazón”. Y las penas se rompieron en fiesta: “Sácala, sácala/ sácala, sácala/ sácala ya/ que la viá domá, que vi´a domá…”
Bienal Málaga en flamenco 07. Tomatito. Músicos Cristóbal Santiago, Bernardo Parrilla, Lucky Losada, José
aya, Potito, La Tana, Morenito de Illora y Angeles Torres. Lugar: Playa del Palo, Málaga.
martes, 28 de agosto de 2007
flamenco en frac. Carrete/Ortiz Nuevo
“La vida ha sido dura, ha sido buena y mala... Si a mí lo que me gusta es ver a Fred Astaire bailar, y ver comer en la pantalla. Como tenía tanta hambre yo de niño, me fijaba en los pies de Fred Astaire, y en el pollo”, declama José Luis Ortiz Nuevo con astroso traje de diseño, en pantalón corto. El director de la Bienal Málaga en Flamenco 07 también es actor. Y de los muy buenos. Ortiz Nuevo también es sabio, del flamenco y de la vida, de la poesía. Se ha fijado en la vida y milagros del septuagenario bailaor malagueño José Losada “Carrete”, ha caído en la cuenta de que se podía montar una cómica y humanísma tragedia, un musical flamenco con espejo en Broadway. Cada cosa en su sitio ha sido colocada por la sobrada sabiduría de la directora escénica Pepa Gamboa. ¡Cuánta explosión de talento, de arte! ¡Qué celebración de la vida!
El fondo del escenario es una pantalla de cine. Fred Astaire baila en blanco y negro “Puttin´ on the Ritz”. Frac, chistera y bastón, excesivo baila Carrete. Esa dulce fiereza, ese Antonin Artaud gitano. Luego sale un trigal en la pantalla. Juan José Amador, enorme en su discreción, hace unos cantes por seguiriya. No voy a desvelar los gozos secretos de este espectáculo rompedor y nuevo, que hay que ver una, cien, mil veces. Como los peliculones de Hollywoood. “A mí me ha criado la policía. Yo me he criado en los reformatorios, que me metían preso donde los niños de la misericordia”, declama con la mirada transida Ortiz Nuevo. Luego, el poeta de Archidona, el director de la Bienal, se va a poner a bailar, con toda su maravillosa cabeza metida en una cubeta de champán.
Los más jóvenes y guapos del cuadro bailan “Check to cheeck”. El poder de la palabra: “Decía un periódico de Oslo que la fuerza mía de los pies me salía eléctrica por la cabeza. Y nos llevaron a palacio, a la boda de la princesa”. Todos llevan pelucones de época, trajes de la realeza. Suena “Pennies from heaven”. Los billetes caen del cielo. “Me eché una novia americana. Ella tenía 70 años y yo 17, una mujer riquísima, riquísima…Me daba la americana 100 dólares”, cuenta Ortiz Nuevo antes de vestirse de monja de los niños de la misericordia. Antes de que todos bailen, con chistera y bastón, entrado y saliendo de la pantalla, con el ballet de Fred Astaire. ¡Qué espectáculo tan del tuétano, tan total!
“Yo no sé la edá que tengo”. José Losada “Carrete”, baile; José Luis Ortiz Nuevo, actor. Juan José Amador, Laura Román, Juan Requena, Diego Suárez y otros; cante, guitarras y piano. Lugar: Teatro Cánovas, Málaga
lunes, 27 de agosto de 2007
voz de los siglos. Enrique Morente
Foto KYOKO
La voz de Enrique Morente cubre ya dos siglos. Y en su espectáculo “De Juan Breva a Pablo Picasso”, esa voz retrocede en el recuerdo hacia el siglo XIX, donde naciera en Vélez-Málaga el cantaor Juan Breva, artista que dio cuerpo a la malagueña, artista que cobraba su caché en oro, cantaba en los palacios para Alfonso XII, actuaba a diario en tres cafés distintos de Madrid. Juan Breva murió pobre; su entierro lo pagaron sus amigos a escote. De Juan Breva, Lorca escribió. “Era la misma pena cantando detrás de una sonrisa…” Fue el primer cantaor de la historia del flamenco que nos dejó grabaciones, allá por la muy moderna primera década del 1900.
Con este espectáculo Enrique Morente inauguró la Bienal Málaga en Flamenco 07, cumbre de eventos flamencos que se prolongará ininterrumpidamente durante cuarenta jornadas. A Morente le precedió en el escenario la Panda de Verdiales de Los Romanes, que practican la variante folklórica del género en el estilo Comares. Morente salió por verdiales y sacó por malagueñas esa voz suya que se crece en infinitos. En esta noche, con la voz condecorada por la poesía de María Zambrano, Alberti o Lorca, Enrique colocó en la salida esta letra:
“Aunque vayas y te bañes
donde se bañó el león
no se te quita la mancha
que de mí se te pego”.
Y luego se fue por sus alas, queriendo volver, pidiendo que le dejen ser amanecer.
Una viva llama en las cabales, donde Enrique pidió calma a un alborotador aficionado trepado a las alturas de la muralla, donde recordó a Cecilio, aquel otro aficionado que tanto se hizo notar en vida.
María Zambrano fue poeta, filósofa y ensayista; nacida en Vélez-Malaga, viajera por medio mundo, exiliada. Zambrano, antes del exilio, con la suerte ya echada a favor de los militares sublevados, volvió a España tras la caída de Bilbao, y preguntada por qué volvían ella y su esposo si la guerra estaba ya perdida, su respuesta fue: “Por eso”.
Enrique interpretó el bello poema de María Zambrano “El agua ensimismada”, armonizado por Pat Metheny para el disco “Morente sueña la Alhambra”:
“Ensimismada
¿piensa o sueña?
El árbol que se inclina buscando sus raíces
el horizonte, ese fuego intocado
¿se piensan o se sueñan?
El mármol fue ave alguna vez,
El oro llama;
El cristal aire o
Lágrima
¿Lloran su perdido aliento?
¿Acaso son memoria de sí mismos
y detenidos se contemplan ya para siempre?
Si tu me miras, ¿qué queda?”
Tremenda la seguiriya. Y estremecedora la lectura y los cánticos de agónica rabia en la carta que Miguel de Cervantes escribió al Conde de Lemos, pidiendo ventura en sus últimos momentos. Amenazaba lluvia en la noche al raso. Y Enrique sólo dio una propina: la rueda por martinetes. El sonido no fue bueno. La voz de Morente se comió todo.
Bienal Málaga en Flamenco 07. Enrique Morente. Músicos: David Cerraduela y El Monti, guitarras; El Bandolero, percusión; Angel Gabarre, Pepe Luis Camona y Enrique Morente hijo, coros y palmas. Lugar: Plaza de la Constitución, Vélez- Málaga.
La voz de Enrique Morente cubre ya dos siglos. Y en su espectáculo “De Juan Breva a Pablo Picasso”, esa voz retrocede en el recuerdo hacia el siglo XIX, donde naciera en Vélez-Málaga el cantaor Juan Breva, artista que dio cuerpo a la malagueña, artista que cobraba su caché en oro, cantaba en los palacios para Alfonso XII, actuaba a diario en tres cafés distintos de Madrid. Juan Breva murió pobre; su entierro lo pagaron sus amigos a escote. De Juan Breva, Lorca escribió. “Era la misma pena cantando detrás de una sonrisa…” Fue el primer cantaor de la historia del flamenco que nos dejó grabaciones, allá por la muy moderna primera década del 1900.
Con este espectáculo Enrique Morente inauguró la Bienal Málaga en Flamenco 07, cumbre de eventos flamencos que se prolongará ininterrumpidamente durante cuarenta jornadas. A Morente le precedió en el escenario la Panda de Verdiales de Los Romanes, que practican la variante folklórica del género en el estilo Comares. Morente salió por verdiales y sacó por malagueñas esa voz suya que se crece en infinitos. En esta noche, con la voz condecorada por la poesía de María Zambrano, Alberti o Lorca, Enrique colocó en la salida esta letra:
“Aunque vayas y te bañes
donde se bañó el león
no se te quita la mancha
que de mí se te pego”.
Y luego se fue por sus alas, queriendo volver, pidiendo que le dejen ser amanecer.
Una viva llama en las cabales, donde Enrique pidió calma a un alborotador aficionado trepado a las alturas de la muralla, donde recordó a Cecilio, aquel otro aficionado que tanto se hizo notar en vida.
María Zambrano fue poeta, filósofa y ensayista; nacida en Vélez-Malaga, viajera por medio mundo, exiliada. Zambrano, antes del exilio, con la suerte ya echada a favor de los militares sublevados, volvió a España tras la caída de Bilbao, y preguntada por qué volvían ella y su esposo si la guerra estaba ya perdida, su respuesta fue: “Por eso”.
Enrique interpretó el bello poema de María Zambrano “El agua ensimismada”, armonizado por Pat Metheny para el disco “Morente sueña la Alhambra”:
“Ensimismada
¿piensa o sueña?
El árbol que se inclina buscando sus raíces
el horizonte, ese fuego intocado
¿se piensan o se sueñan?
El mármol fue ave alguna vez,
El oro llama;
El cristal aire o
Lágrima
¿Lloran su perdido aliento?
¿Acaso son memoria de sí mismos
y detenidos se contemplan ya para siempre?
Si tu me miras, ¿qué queda?”
Tremenda la seguiriya. Y estremecedora la lectura y los cánticos de agónica rabia en la carta que Miguel de Cervantes escribió al Conde de Lemos, pidiendo ventura en sus últimos momentos. Amenazaba lluvia en la noche al raso. Y Enrique sólo dio una propina: la rueda por martinetes. El sonido no fue bueno. La voz de Morente se comió todo.
Bienal Málaga en Flamenco 07. Enrique Morente. Músicos: David Cerraduela y El Monti, guitarras; El Bandolero, percusión; Angel Gabarre, Pepe Luis Camona y Enrique Morente hijo, coros y palmas. Lugar: Plaza de la Constitución, Vélez- Málaga.
sábado, 25 de agosto de 2007
el idiota. Blockheads
María Zambrano escribió:
Más allá de los confines de la palabra, más todavía en la condición humana, aparece el idiota. Hasta hace poco cada lugar, cada pueblo tenía el suyo. Y arriba en los palacios no podía faltar, junto con el enano y algunos otros “anormales” de esos que hablan, gesticulan., miman. Mientras que el idota nunca gesticula, porque no expresa, no se expresa. Y no mima porque no representa nunca nada, ni a nadie, y menos aún a sí mismo…
Está solo aun entre la gente, aunque le hablen o le ofrezcan algo que él acepta indiferente, con la cortesía del ciego que acepta y aun agradece el regalo de una lámpara. Y a veces se le ve con una manzana que no acaba de morder y que se le escurre entre las manos. Ningún perro le sigue en su vagabundear, pero es corriente que se paren ante él, y aun hay algunos que se le acercan como en acto de reconocimiento…
Un hombre, pues, pero que no se conduce humanamente, ya que su medio no es la historia, ni la sociedad. Tampoco puede por tanto presentarse como individuo, siendo un caso de extrema individualidad. Y tampoco es ninguno, ni lo que se llama un nadie. Es uno; puro habitante del planeta y, más que del planeta, de éste que no acaba de serlo propio, del sistema solar…
viernes, 24 de agosto de 2007
pasatiempos. Capablanca
jueves, 23 de agosto de 2007
Bourne Ultimátum. Moby
Jason Bourne: serial de películas de acción con héroe-espía de la CIA perseguido por sus jefes de la CIA, hábil combinación de “Con la muerte a los talones” y “El Fugitivo”
Lo bueno de Sean Connery era que ponía un rasgo de inverosimilitud a lo increíble de James Bond.
Lo bueno de Matt Damon es que hace verosímil lo increíble de Jason Bourne.
Lo bueno y simplificador de Jason Bourne es que, con un par de teléfonos móviles, puede hacer lo mismo que James Bond hacía con aquellos artilugios de super-armas escondidas en una pluma estilográfica, el maletín, una pitillera, una petaca, un alfiler de corbata, un mechero, unos gemelos,un zapato, las gafas...
James Bond es un donjuan porque lo exige el guión, y Sean Connery es un tipo disciplinado.
Jason Bourne es un tipo casi asexuado porque lo exige el guión.
Estar todo el rato a la carrera es incompatible con los asuntos amorosos.
Matt Damon se mete tanto en el papel de desmemoriado que se olvida hasta de triscar.
James Bond tenía licencia para matar.
Jason Bourne tiene licencia para saltar.
Sobre la entrega “El Ultimátum de Bourne”:
En cualquier parte del mundo urbanita hay cámaras de TV, ya sea en lugares públicos o sórdidas habitaciones, que lo filman todo para que la CIA pueda verlo todo en directo, simultáneamente.
Los terroristas del integrismo musulmán, que llevan mochilas y ponen bombas en el metro, son absolutamente iguales –física y moralmente- a los asesinos francotiradores de la CIA. Ambos matones ejecutan –ejecutando órdenes- sin preguntar.
La policía rusa es tumultuosa, ruidosa, desarmada e ineficaz.
La policía británica es discreta e ineficaz.
La policía española es torpe, llega y mete la pata.
La policía marroquí alborota y estorba.
La policía estadounidense es aparatosa, circense, ruidosa e ineficaz.
El Madrid que sale en la película es una ciudad aceptable, homologada con las grandes urbes del resto del mundo. El truco está en acertar con los detalles del atrezzo, pero combinándolos con un irreal decorado general: un Madrid sin Gallardón, un Madrid sin obras por todas partes. En el Madrid real, Bourne escaparía de todos los peligros menos del de partirse una o las dos piernas, brazos y cabeza al saltar una valla, al caer en una zanja.
Las actrices -Julia Stiles y Joan Allen- salen sólo para que Matt Damon pueda dejar de correr, saltar y soltar leches por un ratito.
Quizá sea ésta la película que bate todos los récords en utilización de especialistas saltimbamquis. Si hacemos caso a los créditos, aparecen unos cuantos cientos.
miércoles, 22 de agosto de 2007
Cole Porter. Sinead O´Connor
"Toda Venecia se ha levantado contra Cole Porter por culpa de su jazz y de sus negros. Ha puesto en marcha un ridículo club nocturno a bordo de un barco atracado fuera de Salute… ¿Están enseñando a bailar el charlestón en la palya del Lido! Es espantoso. Los gondoleros amenazan con masacrar a todas las americanas viejas. Ya el hecho de alquilar el Palazzo Rezzonico se considera de nouveaux riches”, escribió el gran director artistico Sergei Diaghilev
Nació en Peru, Indiana, en el seno de una familia protestante acomodada; su padre fue un tratante de carbón y madera. Habiéndose muerto dos hermanos de Cole a temprana edad, su madre tuvo completa dedicación hacia él; lo introdujo en la música muy pronto. Aprendió a tocar el violín a los 6 años y el piano a los 8 años, y escribió su primera opereta (con ayuda de su madre) a los 10.
El abuelo de Porter quería que éste se hiciera abogado, y con esa carrera en mente, asistió a la Academia Worcester y a la Universidad de Yale, donde empezó en 1909 (en Yale se unió a la famosa sociedad secreta Pergamino y Llave) y en la fraternidad Delta Kappa Epsilon, y pasó un año en la Facultad de Derecho de Harvard en 1913. Tras darse cuenta de que quería concentrarse en la música, se pasó a la Escuela de Música de Harvard. Su primera producción de teatro de Broadway, en 1916, fue un fracaso, y sólo permaneció dos semanas.
Tras su primer fracaso en Broadway, Cole Porter se desterró a París. Allí estudió contrapunto, armonía y orquestación. Cuando volvió, le encantaba decirle a la gente que se había alistado en la legión extranjera francesa, pero en realidad fue a trabajar para la Fundación de Socorro Duryea. Cole tenía varios uniformes militares hechos a medida que llevaba cuando el humor lo empujaba a ello.
Estableció un apartamento de lujo en París. Sus deberes de la Fundación de Socorro le dejaban libre mucho tiempo para llevar una vida de "playboy". En 1918, en París, conoció a Linda Lee Thomas, una rica de cuna divorciada. Se casaron en 1919.
Los musicales y canciones de Porter pronto lo hicieron popular; muchos los escribió teniendo en mente a Fred Astaire y Ethel Merman.
Se partió las piernas montando a caballo en 1937. Este accidente le dejó una secuela de dolores crónicos, pero continuó componiendo. (De acuerdo con una biografía de William McBrien, una historia probablemente apócrifa del propio Porter dice que compuso la letra de parte de "At Long Last Love" mientras yacía dolorido esperando a que lo rescataran del accidente).
Cole sufrió más de cuarenta operaciones en las piernas y padeció constantes dolores el resto de su vida. Durante este periodo, las muchas operaciones lo condujeron a una depresión. Cole fue una de las primeras personas en experimentar un nuevo tratamiento para la depresión, el electrochoque, que en esa época era especialmente bárbaro. El alcoholismo le acompaño durante toda su vida.
Porter era clara y abiertamente homosexual, lo que no era problema para su esposa Linda,casi una década mayor. En esos días, no era infrecuente que gays ricos se casaran con mujeres ricas. Hay muchos de esa época en París que aseguran que Porter era más que gay una persona muy libre en sus relaciones sexuales y en todos los aspectos de su vida, era un hedonista de la época, con virtudes musicales. Cole y Linda se separaron a principios de los años 30.
Cole tuvo un "asunto" en 1925 con la figura del ballet ruso Boris Kochno y una larga relación con Howard Sturges. Algunos de sus otros amores fueron el arquitecto de Boston, Ed Tauch -para quien escribió "Easy to Love"-, con el coreógrafo Nelson Barclift -quien le inspiró "Night and Day")-, con el director de cine John Wilson y con su amigo durante mucho tiempo Ray Kelly, cuyos hijos aún reciben la mitad de los derechos de autor de Porter.
Muchas de las canciones de Porter se han hecho célebres gracias a las versiones de diversos músicos y cantantes: “I've Got You Under My Skin”, “Night and Day”, “I Get a Kick Out of You”, “So in Love”, “I Love Paris”, “My Heart Belongs to Daddy”, “Anything Goes”... Entre los intérpretes: Frank Sinatra, Ella Fitzgerald, Charlie Parker. La película De-Lovely narra la vida de Cole Porter en forma de musical. La película es del año 2004 y la dirigió Irwin Winkler.
En su lecho de muerte, el compositor de "You are the Top" exclamó: "Bobbie, no sé cómo lo hice".
La canciones de Cole Porter están condenadas a permanecer siempre de actualidad.
lunes, 20 de agosto de 2007
psicodelia. Donovan
domingo, 19 de agosto de 2007
estrella de bolsillo. Elliott Murphy
Aposté conmigo mismo y perdí. Llevo más de dos décadas viendo a Elliott Murphy casi todos los años. Invariablemente viene a España estrenando un disco -en este caso “Come Home Again”-, vestido de blanco o negro, con un sombrero o con una gorra. Pero al hermosísimo Torreón de Lozoya llegó con pañuelo de pirata a la cabeza, chaleco negro y camisa blanca. La intensidad fue la misma de siempre.
El público distaba mucho de ser la forofa y encendida parroquia que acudía en Madrid al dolorosamente aniquilado Suristán. Elliott cautivó al respetable segoviano. Irónico y verídico, ante el impresionante patio renacentista con sus medallones, esgrafiados en candelieri y su cuidada vegetación, Elliott dijo: “Seguro que aquí había conciertos antes de la electricidad”. Y explicó haber conocido al pintor segoviano Esteban Vicente en Long Island. Al ir al baño, el recinto ofrecía la posibilidad de disfrutar un buena parte de la bella exposición de cerámicas del pintor Zuloaga.
Comenzó con ese guitarrero ambiente crepuscular y deudor del Dylan de “Pat Garret and Billy The Kid”, desgranando “Making Friends With The Death”, canción de corazón malamente herido: “La locura del amor verdadero no siempre tiene sentido”. Ya desde el primer momento se puso de manifiesto la total compenetración con el formidable guitarrista francés Olivier Durand, fiel compañero de correrías en los largos y saludables últimos tiempos.
En todo el repertorio de Elliott Murphy hay destellos de las estrellas del rock de autor de su época. Su estilo es un aglutinante. Murphy no es artista de masas, pero sí un triunfador de los mil y un garitos. Un tipo cautivador e inteligente que ha sabido encontrar su hueco como “estrella de bolsillo”.
En “On Elvis Presley´s Birthday” explicó que su padre murió el día del cumpleaños de Elvis. Sus ojos miraban soñadores hacia el cielo. Hizo su lluviosa travesía del desierto con “40 Days and 40 Nights”. Sobre James Brown, voló con este recuerdo: "Se "colocó" para arriba, más alto de lo que esparaba llegar".
Bellas canciones del último disco: “Pneumonia Alley”, “Canaries In Mind”, “A Touch of Kindness”… Lo esencial es alcanzar el clímax para el guateque final. Lo prepara el añejo “Terraplane Blues”, las bromas con alabanza en castellano a la tortilla de patatas, la ensalada de temazos “L.A. Woman”, “Baby Please Don´t Go”, “I´m A Mojo Working”, “Gloria”… Enloquecido interpretando “Drive All Night”, Elliott celebró una ceremonia insaciable.
Elliott Murphy and the Rainy Seasons: Elliott Murphy, voz, guitarra y armónica; Olivier Durand, guitarra: Laurent Pardo, bajo; Alan Fratas, batería. Lugar: Torreón de Lozoya, Segovia. 17 de Agosto de 2007.
viernes, 17 de agosto de 2007
loco. Bryan Ferry
jueves, 16 de agosto de 2007
Xirinacs. Pau Casals
Xirinacs recibiendo una paliza a manos, porras, patadas y culatazos de la Policía Nacional.
Barcelona. (Agencias).- Los Mossos d'Esquadra encontraron el cuerpo sin vida del ex senador Lluís Maria Xirinacs a sus 75 años en una zona boscosa del Ripollès (Girona). Según confirmó la Policía autonómica, Xirinacs se ha suicidado.
Las mismas fuentes han señalado que en el bolsillo llevaba también una nota en la que decía que "en pleno uso de mis facultades marcho porque quiero acabar mis días en la soledad y el silencio", y añade que "si me queréis hacer feliz no me buscáis. Si alguien me encuentra le ruego que, esté yo como esté, no quiera él perturbar mi soledad y mi silencio".
En el texto dejado en la fundación, con fecha de 6 de agosto de 2007, y que titula "Acto de Soberanía" Xirinacs dice que "He vivido esclavo setenta y cinco años en unos Países Catalanes ocupados por España, por Francia (y por Italia) desde hace siglos". "he vivido luchando contra esta esclavitud todos los años de mi vida adulta. Una nación esclava, como un individuo esclavo, es una vergüenza de la humanidad y del universo".
Añade que "una nación nunca será libre si sus hijos no quieren arriesgar su vida en su libertad y defensa. Amigos, aceptadme este final absoluto victorioso de mi contienda, para contraponer la cobardía de nuestros líderes, masificadores del pueblo".
Se despide diciendo "hoy mi nación acontece soberana absoluta en mí. Ellos han perdido un esclavo. Ella es algo más libre, porque yo soy en vosotros, amigos!"
La figura de Xirinacs
Lluís Maria Xirinacs nació en Barcelona en 1932 y se ordenó sacerdote a sus 22 años. A los 34, empezó su trayectoria reivindicativa combatiendo la vinculación Iglesia-Estado con una larga huelga de hambre que tuvo mucho impacto.
El también escritor protagonizó en la década de los 60 cinco huelgas de hambre, fue uno de los impulsores de la Assemblea de Catalunya y fue encarcelado en dos ocasiones por el régimen franquista, en 1972 y entre 1974 y 1975.
A partir de 1977 Xirinacs fue senador por Barcelona, durante el período de Transición española, y en su momento fue el más votado de España con más de medio millón de votos. También fue candidato al Nobel de la Paz los años 1975, 1976 y 1977. Destacó su trayectoria política en defensa de la independencia de Catalunya.
Tuvo mucha repercusión cuando estuvo de pie doce horas al día ante la prisión Model de Barcelona durante un año y nueve meses hasta que se aprobó la Ley de Amnistía de los presos catalanes. En 2000 realizó una huelga de hambre en la plaza Sant Jaume de Barcelona para reclamar la independencia de los Països Catalans.
En 1980 abandonó la política activa y empezó a trabajar en sus tesis políticas desde el Centro de Estudios Joan Bardina. No abandonó la lucha, pero sí el sacerdocio, en el año 1990.
El año 2004 fue condenado por la Audiencia Nacional a dos años de prisión por un discurso pronunciado el día Once de septiembre de 2002 en el Fossar de les Moreres de Barcelona en el que se declaró amigo de ETA y de Batasuna. Fue puesto en libertad por su avanzada edad y su delicado estado de salud.
En la XXXVI Universidad Catalana de Verano fue homenajeado en un acto en el que participaron unas 200 personas. Hasta el día de hoy, Xirinacs trabajaba en la Fundación Randa, surgida de la fusión entre la Fundación Tercera Via, impulsada por él mismo, y la Escuela de Estudios Políticos Randa. También estuvo detrás de iniciativas como el Árbol de Asambleas del Pueblo.
mermelada de mercurio. Aretha and Frankie Valli
miércoles, 15 de agosto de 2007
freak a todo morro. luis aguilé
la bandera. Javier Alvarez
“La Bandera”, novela romántica de aventuras escrita por el gran Pierre Mc Orlan, nos relata con tortuoso temple los afanes de un francés
de los bajos fondos de Rouen, prófugo por un horrible crimen y en huida permanente.
Tras una estancia en el Barrio Chino de Barcelona, Pierre Gilieth siente una presión agobiante de policías y delatores que le hace buscar refugio en la Legión Española. Desde su trayecto por Algeciras, Tetuán y en las correrías legionarias en el cuartel de Dar Rifien tiene como compañero a Fernando Lucas.
En medio de singulares personajes y del ambiente prostibulario y cosmopolita de la colonia, ambos encuentran a la prostituta Aischa la Slaui.
El longevo Pierre Mac Orlan (Péronne,1882; Saint-Cyr-sur-Morin,1970), macerado en la bohemia francesa, desarrolla en "La bandera" una tensa trama de acción bélica, amor canalla y suspense policiaco entre los agrestes montes rifeños, la vida cuartelera y las amables músicas de los café-cantantes. Fascinante.
de los bajos fondos de Rouen, prófugo por un horrible crimen y en huida permanente.
Tras una estancia en el Barrio Chino de Barcelona, Pierre Gilieth siente una presión agobiante de policías y delatores que le hace buscar refugio en la Legión Española. Desde su trayecto por Algeciras, Tetuán y en las correrías legionarias en el cuartel de Dar Rifien tiene como compañero a Fernando Lucas.
En medio de singulares personajes y del ambiente prostibulario y cosmopolita de la colonia, ambos encuentran a la prostituta Aischa la Slaui.
El longevo Pierre Mac Orlan (Péronne,1882; Saint-Cyr-sur-Morin,1970), macerado en la bohemia francesa, desarrolla en "La bandera" una tensa trama de acción bélica, amor canalla y suspense policiaco entre los agrestes montes rifeños, la vida cuartelera y las amables músicas de los café-cantantes. Fascinante.
loca. Edith Piaf
martes, 14 de agosto de 2007
en defensa de lo indefendible. pepe da rosa
lunes, 13 de agosto de 2007
eurona/sinapsis. The Flying Lizards
EURONA
Unidad Básica del Pensamiento Unico Europeo
Una eurona es una célula nerviosa, elemento fundamental de la estructura del sistema nervioso. Está encargada entre otras cosas de trasmitir el flujo nervioso.
Un cerebro humano europeo -y por extensión cualquier cerebro humano de cualquier parte, siempre que sea capaz de transar mediante sinapsis euronales- contiene unos 100.000 millones de euronas.
Las sinapsis (del gr. σύναψις, "enlace") son uniones especializadas mediante las cuales las células del sistema nervioso envían señales de unas a otras y a células no euronales como las musculares o glandulares. Una sinapsis entre una eurona motora y una célula muscular se denomina unión euromuscular.
Las sinapsis permiten a las euronas del sistema nervioso central formar una red de circuitos euronales. Son cruciales para los procesos biológicos que subyacen bajo la percepción y el pensamiento. También son el sistema mediante el cual el sistema nervioso conecta y controla todos los sistemas del cuerpo.
El cerebro contiene un número inmenso de sinapsis, que en niños alcanza los 1000 billones. Este número disminuye con el paso de los años, estabilizándose en la edad adulta. Se estima que un adulto puede tener entre 100 y 500 billones de sinapsis.
La palabra sinapsis viene de sinapteína, que Sir Charles Scott Sherrington y colaboradores formaron con las palabras griegas sin-, que significa "juntos", y hapteina, que significa "con firmeza".
apaches. Redbone
Un buen día, cuando Padre Sol estaba alto, abandoné mi puesto de contable en una deprimente compañía de seguros de Kentucky sin importarme lo que pudiera pasar. Alfred Edwards Randson era mi nombre en aquel tiempo de desdichas civilizadamente urbanas. Ahora soy otro. Nací rostro pálido y viví las miserias del hombre blanco hasta que ya no pude aguantar más. Ahora debería sentirme orgulloso de ser un apache más entre los apaches, pero...
De manera absolutamente irracional, sin siquiera intuir cual podría ser mi destino, escapé del horror burocrático de la oficina de Kentucky. Escapé de la aniquiladora erosión cotidiana. Fue la espantada de un renegado.
Unas profundas entradas avanzaban inexorablemente desde la frente. Cráneo arriba, aquellas calvas amenazaban con despoblar una envidiable y frondosa cabellera. Las alopécicas vanguardias capilares anunciaban un declive biológico más profundo. Empujado por el miedo de que la rutina me arrancara el cuero cabelludo, me lancé a respirar el último aliento de la juventud. Salí en busca de la aventura. Vendí todo lo que tenía, compré un caballo y cabalgué hacia esas grandes y salvajes praderas en las que dicen que el hombre es libre.
Y encontré lo que buscaba.
Mi pasado de hombre blanco ya no tiene importancia. Llevo más de diez años viviendo con los apaches y aquí soy feliz. No fue fácil que la tribu de Búfalo Prudente me aceptara como uno de los suyos. Me sometieron a pruebas terribles. Tuve que sobrevivir solo en el bosque durante un mes sin más compañía que mi cuchillo. Más allá de la colina donde los espíritus reposan, cacé un puma con el arco y las flechas. Bailé con los pies desnudos la danza de Padre Coyote sobre las brasas de la hoguera. Maté una serpiente de cascabel con un palo. Trabajé en el campo con las mujeres durante todo el día y me emborraché con los guerreros de la tribu durante toda la noche. Con mucho esfuerzo y tesón, aprendí el oficio de piel roja.
El poblado agrupa a cincuenta familias apaches. Veinte hombres de respeto forman el consejo de ancianos. Setenta y tres guerreros cazan y defienden a la tribu. Cuarenta y cuatro mujeres faenan en el campo y atienden la vida doméstica. Más de una veintena de niños juegan y corretean por todas partes. Soy uno de ellos. Desde que fui aceptado en la tribu del jefe Búfalo Prudente, mi nombre es Castor Alegre.
El campamento está a muchas lunas y millas de los territorios donde Jerónimo hace la guerra con los casacas azules. La tribu del jefe Búfalo Prudente tiene una existencia pacífica. La caza de los guerreros y las faenas agrícolas de las mujeres alimentan a la tribu. También tiene importancia una cierta economía de intercambio con los colonos blancos asentados en las cercanías. Los blancos nos compran pieles de búfalo, caballos salvajes y caza menor.
Como soy el único en toda la tribu que sabe de números, mis hermanos apaches me han hecho responsable de un ábaco y se fían de mí. Hago el recuento las mercancías, peso el género y tasó las transacciones. Es un trabajo fácil y dispongo de mucho tiempo libre. Los días son largos y las noches eternas. Me gusta cabalgar con Puma Intransigente, hijo primogénito del jefe Búfalo Prudente, pero también disfruto sin hacer nada al lado de mi familia. Tengo todo lo que necesito. Mi squaw, Hahauak Kuita, me ama y me cuida con celo. Mis dos hijos, Tomahuok y Anahaíta, un chico de ocho años y una niña de seis, me quieren y respetan. Soy feliz y estoy satisfecho, pero se me ocurren ideas insanas.
Creo que soy capaz de engañar a los míos.
*
No he podido evitarlo, he hecho trampa en las cuentas. Los colonos blancos han venido canjear once fardos de pieles de búfalo por seis sacas de maíz y tres galones de whisky. Las negociaciones del trueque han sido largas, pero, finalmente, he conseguido distraer un fardo de pieles, una saca de maíz y un galón de whisky. Ninguna de estas mercancías me es necesaria, pero he robado por el simple placer de robar.
Después de cometer tan impulsivo e innecesario delito se me acaba de caer encima el verdadero problema: ocultar lo robado. El fardo de pieles de búfalo lo he enterrado en una arboleda próxima al poblado. La saca de maíz la he escondido entre las rocas. El galón de whisky, disimulado tras unas zarzas, lo he dejado en mitad del campo.
Sé que soy un traidor. Traicioné a los blancos y ahora traiciono a los pieles rojas.
Me aterroriza que algún guerrero pueda encontrar casualmente mi botín.
La espera me está volviendo loco.
Al fin, mi squaw y mis dos hijos han salido al monte, para buscar la hierba que cura la calentura. Nuestra tienda está sola y vacía.
Lo he traído todo. He cavado hondo y al fondo del hoyo he dejado caer el fardo de pieles de búfalo, la saca de maíz y el galón de whisky. Luego, con una furia demente he pisoteado la tierra para aplanarla y he cubierto el suelo de la tienda con las pieles de cabra.
Todo ha salido bien, pero mi tesoro no vale nada. Sigo siendo un rostro pálido. Y esta evidencia me duele en secreto.
Febrero de 1993
domingo, 12 de agosto de 2007
Río Frío. Talking Heads
Una pareja de jóvenes en coche, conduce la chica. Aparcan delante de mí.
El chico, con un mapa de carreteras entre las piernas, me pregunta:
- ¿Le puedo hacer una pregunta?
- Sí, claro, pregunta- le respondo.
- ¿Para ir al río frío?
- ¿Al palacio?
- ¿A qué palacio?
- Al de Riofrío.
- No, nosotros queremos ir al río frío. ¿No es esto Riofrío? Lo hemos visto en el mapa...
- Si, esto son las Navas de Riofrío, también le dicen por aquí Las Navillas.
- Y ¿no hay ningún Río Frío?
- No, bueno sí. Creo que hay un Río Frío, que hay un cartel que lo dice, que dice por donde pasa... Pero yo no lo he visto. A esta altura, son más bien arroyuelos: río Peces, río Moros, arroyo Matavacas… Pero Río Frío, no; no lo he visto. Dicen que existe.
- Es que queríamos bañarnos en el río Frío… Y al verlo en mapa...
- No les puedo ayudar con lo de Río Frío, porque ni siquiera he visto el cartel... Lo mejor para bañarse es el pantano de La Granja o la presa de Valsaín.
- Ya, ¿pero río de agua fría no hay, para bañarse? Es que queremos bañarnos, con este calorazo, en el río frío..
- Pues ya digo que ni he visto el cartel. Por aquí, para bañarse, hay piscinas. Pero son particulares.
- Así que no hay río…
- Dicen que hay un cartel.
- Entonces lo mejor es ir al pantano ese, o a las presas...
- Sí, eso es lo mejor.
- Y ¿por qué se llama esto Riofrío?
- Será por lo del cartel... El río estará en alguna parte, supongo. Aquí le dicen Las Navillas.
- Ya. Gracias.
sábado, 11 de agosto de 2007
el día en que vivimos. The Kinks
jueves, 9 de agosto de 2007
seguro de vida. Rick Derringer
Paseaba yo a media mañana por la Avenida de los Poblados, justo por delante de la comisaría de distrito y la antigua Cárcel de Carabanchel, cuando me abordó una señorita encuestadora:
- Hola, ¿tiene un momentito para responder a unas preguntas?
- Sí, hola.
- ¿Tiene usted algún seguro?
- Sí.
- ¿De qué tipo?
- El de la sociedad médica, y el de la vivienda.
- Y de vida, ¿tiene un seguro de vida?
- No.
- ¿Le interesaría?
- No, no tengo ni mujer, ni hijos. Y a mí, después de muerto, el dinero no creo que me haga mucha falta.
- Pero puede que le haga falta para ser repatriado a su país, para que su cuerpo sea enterrado junto a los suyos, para costear el viaje.
- Bueno, no creo. Yo soy de aquí, del Foro; en concreto, de Cuatro Caminos. Y si noto que me muero ahora, o me muero de repente delante suyo, aquí mismo, sólo tendría usted que parar un taxi, sacar veinte euros de mi cartera y llevarme a casa. No creo que eso sea un gran problema.
- Huy, perdone, no me había dado cuenta de que es usted de Madrid. Perdón, perdón, perdone, perdone... Muchas gracias, muchas gracias...
-Nada, guapa... A seguir...
- Hola, ¿tiene un momentito para responder a unas preguntas?
- Sí, hola.
- ¿Tiene usted algún seguro?
- Sí.
- ¿De qué tipo?
- El de la sociedad médica, y el de la vivienda.
- Y de vida, ¿tiene un seguro de vida?
- No.
- ¿Le interesaría?
- No, no tengo ni mujer, ni hijos. Y a mí, después de muerto, el dinero no creo que me haga mucha falta.
- Pero puede que le haga falta para ser repatriado a su país, para que su cuerpo sea enterrado junto a los suyos, para costear el viaje.
- Bueno, no creo. Yo soy de aquí, del Foro; en concreto, de Cuatro Caminos. Y si noto que me muero ahora, o me muero de repente delante suyo, aquí mismo, sólo tendría usted que parar un taxi, sacar veinte euros de mi cartera y llevarme a casa. No creo que eso sea un gran problema.
- Huy, perdone, no me había dado cuenta de que es usted de Madrid. Perdón, perdón, perdone, perdone... Muchas gracias, muchas gracias...
-Nada, guapa... A seguir...
el alijo habanero. Irakere with Chucho Valdés
La primera vez que fui a Cuba, allá por 1991, me traje un montoncito de discos. Un pequeño alijo de música cubana que, por un tiempo, estuvo aparte de los demás discos cuando regresé a Madrid. Los compré en La Habana.
Era uno de esos momentos, uno tras otro, llamados “periodo especial”. Los discos me los vendió un funcionario de EGREM (la compañía discográfica estatal cubana). Nos llevó, ya avanzada la noche, a Margarita, al poeta Bladimir Zamora (el Zar Zamora)y a mí hasta un cuarto de las dependencias de EGREM. Todo estaba desierto, oscuro, siniestro. Abrió una cartera y fue sacando los discos uno a uno, pausadamente, pensando, escuchando por si venía alguien, por si nos descubrían. Quería hacer ver que cada disco era una pieza de singular valor, algo especialmente conseguido para mí. Se comportaba como si en la raída cartera llevara documentos secretos, robados por una trama oculta en los sótanos del CDR. Una pantomima innecesariamente barroca, porque estaba claro que vendía bajo cuerda lo que tenía, lo que se le había puesto a tiro.
Se hacía de rogar: “Este no le va a gustar a usted, porque es música muy cubana y hay que saber de donde viene, de dónde son los cantantes. No es música para turistas, no son mariconadas de esas. Esto es para entendidos, compañero”. Quería tocarte por el lado del orgullo, ofendiendo lo estrictamente necesario, lo justo para que le fueras comprando la mercancía poco a poco. Como si la estuvieras distrayendo a hurtadillas, capturando algo prohibido. Le funcionó la artimaña. Acabamos comprándole todo. Hasta el jazz experimental. Margarita picó de lo lindo. Era ella quien pagaba.
Recuerdo el precio inicial que este agente de la música cubana de contrabando pedía por cada pieza de su alijo. Por los discos más caros tironeaba 20$, cantidad que con el necesario regateo fue rebajada hasta una cifra razonable para mí y lo suficientemente ventajosa para este peculiar traficante de sones, guarachas, boleros, chachachás, trovas, puntos, guajiras, yambús, pregones, descargas...
Era uno de esos momentos, uno tras otro, llamados “periodo especial”. Los discos me los vendió un funcionario de EGREM (la compañía discográfica estatal cubana). Nos llevó, ya avanzada la noche, a Margarita, al poeta Bladimir Zamora (el Zar Zamora)y a mí hasta un cuarto de las dependencias de EGREM. Todo estaba desierto, oscuro, siniestro. Abrió una cartera y fue sacando los discos uno a uno, pausadamente, pensando, escuchando por si venía alguien, por si nos descubrían. Quería hacer ver que cada disco era una pieza de singular valor, algo especialmente conseguido para mí. Se comportaba como si en la raída cartera llevara documentos secretos, robados por una trama oculta en los sótanos del CDR. Una pantomima innecesariamente barroca, porque estaba claro que vendía bajo cuerda lo que tenía, lo que se le había puesto a tiro.
Se hacía de rogar: “Este no le va a gustar a usted, porque es música muy cubana y hay que saber de donde viene, de dónde son los cantantes. No es música para turistas, no son mariconadas de esas. Esto es para entendidos, compañero”. Quería tocarte por el lado del orgullo, ofendiendo lo estrictamente necesario, lo justo para que le fueras comprando la mercancía poco a poco. Como si la estuvieras distrayendo a hurtadillas, capturando algo prohibido. Le funcionó la artimaña. Acabamos comprándole todo. Hasta el jazz experimental. Margarita picó de lo lindo. Era ella quien pagaba.
Recuerdo el precio inicial que este agente de la música cubana de contrabando pedía por cada pieza de su alijo. Por los discos más caros tironeaba 20$, cantidad que con el necesario regateo fue rebajada hasta una cifra razonable para mí y lo suficientemente ventajosa para este peculiar traficante de sones, guarachas, boleros, chachachás, trovas, puntos, guajiras, yambús, pregones, descargas...
Charles Mingus
"No tengo nada que ver con ellos,
esos hombres están enfermos",
gritó Mingus,
salió corriendo,
dejando atrás
a Bird,
a Monk,
a Miles,
a los otros...
Hablaba mucho de su polla,
hablaba tanto de su negra polla,
que al publicar sus memorias,
tuvieron que dejar fuera
lo que Mingus decía de política.
Cortaron,
amputaron,
mutilaron
castraron...
No le tocaron la polla,
pero le caparon su ser
y se quedaron
muy a gusto:
el artista feroz
haciendo salmos
a su propia polla.
Y era interesante.
Mingus era listo,
un negro listo
y con conciencia.
Un genio,
que, a veces,
miraba más allá
de su propia polla,
veía más allá
del hombre santo,
de la mujer pecadora.
Charlie Mingus habla de Charlie Parker: Gunslinging Bird: "The subtitle was "If Charlie Parker was a gunslinger, there'd be a whole lot of dead copycats." I was just feeling crazy and thought that if Bird was a gunslinger instead of a musician in those early days, there'd have been a lot of guys getting killed."
Carmen McRae
ese Billy Higgins...
La sonrisa pura,
la mirada limpia,
el alma transparente,
la imaginación desbordada,
las manos ingeniosas,
la juventud eterna…
Ese Billy Higgins.
El batería feliz.
Presenciamos el momento mágico. Hacía un solo Billy cuando, tras uno de sus golpes mágicos de baqueta, cayó una gota de agua de una gotera del techo del escenario. Fuera del recinto llovía. El cielo descargaba sobre Madrid. La audiencia estaba hipnotizada por la sutil descarga de Higgins. La música y el silencio estaban en el mismo abrazo. La gota estalló contra el suelo, liberando una nota que encajó a la perfección en el discurso puntillista del pintor de caricias, escultor de atmósferas. Ese Billy Higgins.
Estratega del free jazz, estuvo en la vanguardia desde la retaguadia. Huyó del protagonismo. Tocó con casi todos, grabó con casi todos, rechazó ser líder. Estaba por encima de eso. Universos mínimos, instantes solares y de plenilunio,
colisionando amablemente en cada uno de sus golpes. Era imposible no sentir por él un amor supremo.
Ese Billy Higgins...
miércoles, 8 de agosto de 2007
Sun Ra
Sun Ra, protagonista de una de las experiencias más raras y abrumadoras que he tenido con la música.
Asistí a un concierto suyo en Amsterdam, en el verano de 1972. Estaba previsto que durara veinticuatro horas con la siguiente premisa: cuanto más resistiera el público escuchando, menos cobraría Sun Ra Arkestra.
Yo disfruté una tarde y una noche seguidas. No sé lo que pasó después. Vi a la Arkestra tocar al completo, formando cuartetos, sextetos o nonetos; a Sun Ra tocando solo el piano y los teclados, cantando. Eran otros tiempos, la sicodelía y eso. Se podían consumir drogas en el auditorio sin problemas. Se podía escuchar la música tumbado. Casi como en casa, vamos. Y la resplandeciente deidad solar en frente, al alcance de la mano, arriba del escenario, allí mismo. Eso era ciencia ficción. Y era jazz, jazz de ciencia ficción. Ellington en tripi, alter ego de Sun Ra.
martes, 7 de agosto de 2007
galbana estival. El Gordo y El Flaco
El verano trae la galbana; a veces, perrera.
Esa bruma sofocante de no saber que hacer, no hacer nada o hacer cualquier cosa. Los periódicos siguen saliendo.
José Angel Millás, ingenioso y con gélido morbo, se despereza (hoy por ayer en el diario El País) con un existencialista micro-relato sobre la niña que mató al canario “mientras el mundo duerme”.
Alex de la Iglesia, a requerimiento veraniego del mismo periódico, medita sobre las exiguas posibilidades de atraer al lector con motivo del 50 aniversario de la muerte de Oliver Hardy. Alex consigue su incierto propósito.
Los despropósitos de PSOE en Navarra, la dimisión del desmochado Puras, son pulgas del estío para todos menos para aquellos que ven demorado su afán de colocarse, de colocar a sus sobrinos y amigos. Y eso que lo más prudente -ya que los socialistas navarros son los terceros más votados- era esperar a que pase el verano, acabe el otoño y nos despierte la traca de las elecciones generales. Esta vaga obviedad es la primera noticia de la primera página sesteante de El País.La galbana política es, con mucho, la más atorrante, por impertinente.
Escribe Alex de la Iglesia: “Quizá eso fue lo que acabó con ellos. Ya no vivimos en un mundo donde las cosas sean sencillas. Nos parece más verosímil pensar que entre el Gordo y el Flaco había algo más que bofetadas, o que Cary Grant llevaba bragas, por poner un ejemplo que me duele particularmente. La inocencia es un sentimiento extraterrestre, propio de alienígenas. El slapstick, la comedia de bofetadas y tropezones, es un género extinguido, un fósil de videoclub. Han pasado 50 años desde que estos tipos, Stan Laurel y Oliver Hardy, desaparecieron, pero parecen siglos, evos, eones. Tampoco es que el mundo se haya convertido en Sodoma y Gomorra y que echemos en falta la risa limpia y cristalina de antaño.
Ahora casi todo resulta, sencillamente, incompresible. La trama no está pensada por un guionista: está pensada por tres, al menos, y no trabajan juntos, se superponen, uno encima de otro, como en una orgía absurda. El confuso resultado es corregido por el estudio y los abogados de la compañía de representación que maneja los contratos de los actores principales añaden sus condiciones. Después, todo pasa por un filtro de corrección política y, por último, se añaden unos chistes de otro guionista que nadie conoce porque el tipo de ventas internacionales dice en un mail que el resultado no es todo lo gracioso que se esperaba. Así se consigue esa pasta extraña, indigesta, que no molesta a nadie, pero tampoco agrada a nadie, tan característica de nuestro tiempo. Así funciona el negocio, y el Gordo y el Flaco no están en él desde hace 50 años. Hacen muy bien”.
Y para que llueva sobre mojado y nos refresque, matizo yo:
Políticamente Correcto: eufemismo que se utiliza para esconder el hecho de que por muy “democráticamente parlamentarios” que pudiéramos ser, lo que se nos obliga a hacer es “obedecer sin rechistar”, acatar el poder sin discrepancias, sin al menos tomar posiciones a cierta distancia.
Lo que más me gustó de El Gordo y El Flaco fue su incapacidad para el trabajo. Fueron un par de vagos - dos tarambanas muy torpes saliéndose con la suya- que convirtieron el derecho a la pereza en arte. Supongo que trabajarían lo suyo para hacernos reir.
Gracias Stan, gracias Ollie.
Gracias Alex, gracias Millás.
Gracias al llorado Osvaldo Soriano, que escribió en clave de tierna novela negra "Triste, solitario y final", donde Stan Laurel y Philip Marlow van cogiditos de la mano por este mundo de galbana cruel.
Bela Lugosi
Béla Lugosi fue el nombre artístico del actor Béla Ferenc Dezső Blaskó (20 de octubre de 1882 - 16 de agosto de 1956). Nació en Lugos, Transilvania, región Austro-Húngara (hoy Lugoj, Rumania), siendo el más pequeño de los 4 hijos de un banquero.
Lugosi comenzó su carrera como actor en Europa, trabajando en distintas obras de Shakespeare. Sin embargo, se dio a conocer realmente con su papel de Conde Drácula en la adaptación cinematográfica de la clásica historia de vampiros de Bram Stoker llevada al cine por el director Tod Browning en 1931, papel que consiguió por su actuación en Broadway del mismo papel.
Durante la Primera Guerra Mundial participó como teniente de infantería y tras la contienda formó parte activa en la izquierda de su país y fundó el sindicato de actores. En 1917 contrajo matrimonio con Ilona Szmik de quien se separaría en 1920.
Tuvo que exiliarse debido a su actividad política primero a Alemania en 1919 y posteriormente abandonó Europa y se marchó a los Estados Unidos. Allí recibió el papel de su vida, el del Conde Drácula, papel que interpretó primero en los teatros de Broadway y en diversas giras y que posteriormente llevó a la pantalla de la mano de Tod Browning en Drácula (1931).
La película fue un éxito, pero Lugosi se encasilló en papeles de terror con películas como White Zombie (en España, La legión de los hombres sin alma)y Scared to Death. Rechazó interpretar al monstruo en Frankenstein pero realizó un buen trabajo interpretando al trastornado Ygor en dos secuelas, Son of Frankenstein y Ghost of Frankenstein antes de aceptar interpretar finalmente al monstruo en Frankenstein Meets the Wolf Man. Tuvo también un pequeño papel en la comedia clásica Ninotchka junto a Greta Garbo.
Muchos films, como The Black Cat y el anteriormente mencionado Son of Frankenstein equipararon a Lugosi con su mayor rival en el mundo del cine de terror, Boris Karloff. La actitud de Lugosi ante Karloff es tema de muchas y muy variadas opiniones entre los expertos e historiadores de cine. Muchos de ellos nos hablan de un Lugosi resentido por el éxito y la habilidad de Karloff de conseguir mejores papeles dentro de la escena del cine de terror, mientras que otras historias comentan que entre ambos actores -al menos durante un tiempo- existió una muy buena amistad.
Años más tarde, los papeles dejaron de llegarle y se volvió un adicto a la morfina, lo que no le impidió recrear por última vez el papel de Drácula en la película Bud Abbott and Lou Costello Meet Frankenstein en 1948.
Ya casi al final de su vida, volvió de nuevo a aparecer en películas, aunque fuesen de pésima calidad. Edward D. Wood Jr., desde siempre un fan de Lugosi, le ofreció numerosos papeles en sus películas, siempre interpretando alguna variante del clásico mad doctor (científico loco) o de Vampiro, incluso en películas -como Glen or Glenda- en las que su papel no tenía sentido alguno. La película biográfica de Ed Wood, (Ed Wood - 1994), dirigida por Tim Burton, refleja -entre otros aspectos- las relaciones del director con Lugosi, interpretado por Martin Landau. Como consecuencia de sus apariciones en películas de serie B, apareció en algunos episodios de la serie de televisión Mystery Science Theater 3000, especialmente en su film Bride of the Monster.
Uno de los papeles más infames de Lugosi fue el que interpretó en una película ya clásica que sería estrenada después de su muerte. Plan 9 from Outer Space de Ed Wood contenía metraje de Lugosi intercalado con escenas de un doble suyo que no se parecía para nada a él. Wood había tenido enormes dificultades para financiar el proyecto, y solo fue capaz de filmar escenas cortas y mudas que planeaba incorporar en el montaje final una vez hubiese encontrado el resto de su financiación. Sin embargo, Lugosi falleció tres años antes de que llegase la financiación total del proyecto (de la mano de la Iglesia Baptista de Beverly Hills, nada más y nada menos). Así que Wood contrató al quiropráctico de su esposa para doblar a Lugosi, al que podemos distinguir del auténtico Drácula por el hecho de que no se parece en nada a Lugosi y porque se cubre la cara con una capa en cada una de sus tomas.
Al contrario de lo que podemos ver en el Ed Wood de Tim Burton, Lugosi no recibió un trato de estrella en Plan 9. Sin embargo sí se le nombró como estrella invitada, debajo de Tor Johnson, Vampira y Kenne Duncan.
Falleció de un ataque al corazón a la edad de 73 años en Los Ángeles, California, mientras se encontraba sentado en una silla un 16 de agosto de 1956. La leyenda del terror nos abandonaba interpretando también en la muerte a su personaje más querido y que más satisfacciones le dio en vida, el Conde Drácula. Lugosi, como bien indicaba su testamento, fue incinerado llevando puesto su disfraz de vampiro, en el Holy Cross Cemetery de Culver City, California.
Vídeo 1. Bela Lugosi anciano
Vídeo 2. Dracula por Bart Simpson
lunes, 6 de agosto de 2007
exit. Louise Brooks-Cole Porter
No sé cuándo, ni quién , ni cómo, ni porqué, alguien empezó a importar esa moda de señalizar las puertas de salida de los cines con un luminoso que advierte en inglés "exit". De pequeño siempre creí que el mero hecho de ir al cine era ya un éxito. Estoy completamente seguro de que ese mágico letrero consolidó esa ilusión para nada ilusa. "Exit": sendero de gloria que marca un antes y un despúes. Me lo sigue pareciendo, aunque solo haya cuatro gatos soñolientos en la sala, nadie aplauda y me acabe de tragar un bodrio malayo.
Salir a la calle, más si ya es de noche, saludado por el opalescente letrero "exit" es dejar atrás una aventura, comenzar otra. El cine es un buen tónico para enfrentarse al mundo real, seguir con lo que estábamos después de soñar. Eso, incluso tras haber visto "Love Story", es ya un éxito.
Las películas que dormí también contribuyeron en gran medida al cuidado de mi imaginación, de mi imaginario privado.
adorablemente mala. Mae West-Duke Ellington
Mary Jean West, más conocida por su nombre artístico Mae West (Brooklyn, Nueva York, 17 de agosto de 1893 - Hollywood, Los Ángeles, 22 de noviembre de 1980) fue una llamativa actriz y dramaturga estadounidense, famosa por su actitud atrevida e irreverente.
Se la considera como el primer símbolo sexual y mujer fatal de la historia del cine. Era la escenógrafa de sus interpretaciones y siempre elegía a sus compañeros de reparto, algo que raramente se concedía a las demás actrices.
Mae West es conocida por sus frases picantes, como: "¿Tienes una pistola en el bolsillo o es que te alegras de verme?". Dotada de gran ironía y curvas sinuosas que exhibía en poses lánguidas y provocativas, fue una maestra del doble sentido; apareció en el firmamento cinematográfico escandalizando a la América puritana de su tiempo.
Mae West sigue disparando entre la entrepierna de todos "l@s escandalizos@s” de cualquier tiempo y lugar.
Recuerdo aquella película en la que una Mae West radiantemente octogenaria alternaba con un flipadísimo Keith Moon. Nunca se jubiló de ser ella misma.
Dalí convirtió en icono los labios de Mae West. De esa boquita pintada de cegador y devorador carmín salieron estas perlas encendidas:
“Cuando soy buena, soy buena; cuando soy mala, soy mucho mejor”.
“Es mejor ser examinado que ignorado”.
“He perdido mi reputación. Pero no la echo en falta”.
“Cuando tengo que elegir entre dos males, siempre prefiero aquel que no he probado”.
sin problemas. Cary Grant con Grace More
Cary Grant (18 de enero de 1904 - 29 de noviembre de 1986) fue un actor estadounidense de origen inglés.
Su verdadero nombre era Archibald Alexander Leach, nació en Bristol, y llegó a ser uno de los actores más populares de su época, no sólo por su atractivo físico, sino también por su elegancia, su encanto y su agudeza. La quintaesencia de la simpatía.
Grant tuvo una infancia infeliz y un tanto confusa. Fue a la escuela en su ciudad natal, de la que se le expulsó a los 14 años (en 1918), tras un incidente relacionado con los vestuarios de las alumnas. En ese mismo año se incorporó a una compañía de teatro, con la que llegó a Estados Unidos en 1920, y a Hollywood en 1931. Es en EE.UU., tras ser adoptado como pupilo por Mae West, donde comienza a utilizar el nombre de Cary Grant. En 1942 adquirió la nacionalidad estadounidense.
Grant protagonizó algunos clásicos de la comedia de enredo, como "Historias de Filadelfia" y "La fiera de mi niña", junto a Katharine Hepburn. El director Alfred Hitchcock, cuyo desapego por los actores era notorio, se entusiasmó con Grant, y le contrató para actuar en cuatro de sus películas, como "Atrapa al ladrón", junto a Grace Kelly, o "Con la muerte en los talones", junto a Eva Marie Saint, que se convirtieron en clásicos, al igual que otras obras del director.
Aunque fue nominado dos veces para los Oscar, Grant no obtuvo el premio, aunque recibió en 1970 un premio especial de la Academia de Cine en reconocimiento a su carrera. En 1981 le fue concedido el Kennedy Center Honors en reconocimiento a su talento y contribución a las artes escénicas.
Cary Grant logró superar un arraigado alcoholismo a través de sesiones sicodélicas gracias al LSD, convirtiéndose en un acérrimo defensor y divulgador de la lisérgica sustancia en el mundillo de Hollywood.
A lo largo de su vida Grant llegó a casarse cuatro veces, siendo su última esposa la actriz Dyan Cannon, con la que tuvo su única hija, Jennifer Grant. Grant quería que Jennifer no trabajara en la industria de las películas, pero después de la muerte de su padre, Jennifer se hizo actriz.
Durante los últimos años de su vida, retirado del cine, fue ejecutivo de diversas empresas relacionadas con el mundo del cine. Se dedicó a viajar por el mundo y por Estados Unidos, donde realizó diversas sesiones de su programa "Una noche con Cary Grant", en las que tras la proyección de fragmentos de sus películas, respondía a las preguntas del público. Antes de una de estas sesiones, en Davenport, en el estado de Iowa, sufrió una apoplejía, falleciendo pocas horas después en el hospital a los 82 años de edad.
Este hombre que amó a los hombres, en su atribulado papel de triunfador acosado en "Con la muerte a los talones", protestaba: "Oiga, usted no puede hacerme esto; tengo tres ex esposas y varios barmans que dependen de mí"
en la gloria.Fred Astaire
Frederick Austerlitz (n. 10 de mayo de 1899 - m. 22 de junio de 1987), conocido como Fred Astaire: actor, cantante, coreógrafo y bailarín de teatro y cine estadounidense.
Su carrera teatral y su posterior carrera en el cine abarcó un total de setenta y seis años, durante los que rodó treinta y una películas musicales. Está particularmente asociado con Ginger Rogers, con la que hizo diez películas que revolucionaron el género.
Balanchine y Nureyev le consideraron el mejor bailarín del siglo XX, y está generalmente reconocido como un de los bailarines más influyentes en la historia de los musicales de cine y televisión. Fue nombrado la quinta "Mejor estrella masculina de todos los tiempos" por el American Film Institute.
En 1980, ante las cámaras de la ABC estadounidense, Fred Astaire confirmó que Hollywood le recibío en los primeros años de su carrera con un informe escrito en el que podía leerse este cómico diagnóstico: "No puede actuar. Ligeramente calvo. También baila"
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