lunes, 21 de septiembre de 2009

"Malditos bastardos", frikismo patán, pastoso, petardo...


¡LA INFAME Y SALVAJE IDIOTEZ DE UNA VENGANZA BASURA!


Érase una vez... en Frikilandia ocupada por el tarantinismo más imbécil...


peor que un cromo cutre


“Malditos bastardos” es una gilipollez. De tanto guiñar el ojo, a Tarantino se le ha desprendido el cerebro, que fluye tontamente a través del nervio óptico. Tarantino no es un genio por mucho que a don Quintín y su santa pandilla de turiferarios se les ponga en los pelés. No todas las paridas que se le ocurren al pulpboy de Tennessee tienen gracia porque yes, sir. Si el provocador kill dog se centra, pues bien, sale lo bueno que no hace falta mencionar; pero si le da a la churrera del metametraje loncha a loncha y muerto a muerto, pues le sale un bodrio de 153 minutos. Tarantino no es Billy Wilder, no es Sam Peckinpah, no es Robert Altman.

“Para mí, los tabúes están hechos para ser derribados”, dice Quentin. El problema es que nada se sostiene en “Malditos bastardos”. La burla sobre los crímenes de guerra, el terrorismo y la tortura no está al alcance de cualquiera. Sin respeto por las víctimas y el espectador no hay más que sandeces de friki autocomplaciente. Además, en cuanto a derribar tabúes, me río del valor personal de Tarantino: el holocausto es el tabú intocable en su película. Así que no venga con mandangas, que es muy fácil meterle el dedo en el ojo al que ya está tuerto o ciego. El estado de Israel está vivo y dando por saco.

La venganza es un mal rollo. No se justifica con nada. Burlarse del espíritu vengativo, eso sí que daría juego. Tarantino, Tarantino, que se te ve el pepino. Brad Pitt metido a caricato, bien. Interpreta al oficial americano Aldo Raine, el nombre es un homenaje al actor Aldo Ray, icono redneck del cine bélico que también hizo de malo con barbita recortada en los peplums italianos de los años 60. Los demás actores hacen lo que pueden con papeles planos, romos, boboides. La música está metida con calzador. La magnífica canción "Cat People (Putting Out Fire)" , de Bowie, -mangazo crute a “La mujer pantera”, de Paul Schrader- es un pegote de aquí te espero. Las escenas de duelo sicológico tienen menos tensión que la picha de San Isidro Labrador, pájaro que nunca anida, no le pegues más al niño, que ya ha aparecido el peine. Resumiendo: “Malditos bastardos" es cine basura con mucha pasta detrás.


"No es aburrida, pero es ridícula y terriblemente insensible (...) La película está realizada con habilidad, pero es demasiado tonta para ser tomada en serio, incluso como broma”, escribe David Denby en The New Yorker. Sólo discrepo en alguna cosa: “Malditos bastardos” es un coñazo, aburrida de cojones, torpe de pelotas, infame, mamarracha, pedorra, prescindible y olvidable. Frikismo patán. Patatín y patatán.

1 comentario:

Kike dijo...

¡No utilices nunca la palabra friki como insulto! ¡Yo también estoy DEACUERDO con que esta peli es basura!

http://poderfriki.blogspot.com/2009/09/bastardos-conazo.html

Desgarciadamente, parecemos los únicos...