jueves, 5 de julio de 2007

poder pop. JULIETA VENEGAS


Diez años han pasado desde la publicación de su primer disco “Aquí”, producido por el hoy reconocido internacionalmente Gustavo Santaolalla. Hoy Julieta es una gran artista, gran mujer de aspecto aniñado. Convoca enormes gentíos, más todavía desde la publicación de su último disco “Limón y Sal”. Los madriles veraniegos se volcaron con Julieta, que regaló un concierto intenso y salpicado de complicidades. Una de ellas fue la aparición de Mala Rodríguez. La Venegas y la Rodríguez mostraron una sintonía a flor de piel.
Con fundado y muy currado bagaje artístico, la cantante y compositora mexicana ha encontrado su sitio en el pop. Canciones de amor con energía, una melancolía que se sitúa en el lado positivo de vida. Julieta lo canta: “Algo tan sencillo como ver el día pasar”. Se define a sí misma, con esos aires a la rumbita mexicana: “No seré una mujer perfecta,/ de las que volteas al pasar/ No seré alta y maravillosa/ pero sé lo que puedo hacer…/ No sabré andar como una princesa/ ni vivir como en alta sociedad/ y no sé engañar a tu corazón…”
Julieta Venegas pertenece a una generación –la de los años 90 con el “México Lindo” como semillero cantarín- de músicos mexicanos que han ido transmitiendo el estado emergente de la cultura y la sociedad de su país. No es descabellado hacer una comparación entre las vivencias de esta generación mexicana y las de la llamada “movida” madrileña. Julieta –como Tijuana No, Maldita Vecindad o Maná- son hijos de su tiempo: jóvenes que aspiraban y consiguen mostrar al mundo que las cosas han cambiado. ¡Jíjoles! Y ahí están esas canciones, empezando por “Limón y Sal” y acabando por “Me voy”. Esa fue la despedida, que el público quiso que no fuera la última. Nunca la última. Y hubo que hacer algunas penúltimas. Teniendo cerca de Julieta, todos volvemos a empezar.

Veranos de la Villa. Julieta Venegas. Música: Julieta Venegas, voz y acordeón; Laura Vázquez, teclados; Silvano Zetina y Marín García, guitarras; Ariel Cavaleri, bajo; Eduardo Vega, batería. Lugar. Cuartel del Conde Duque, Madrid.


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