domingo, 15 de agosto de 2010

Abbey Lincoln, cuando era verdad tanta belleza


Anoche nos dejó Abbey Lincoln (Chicago, 1930 - Nueva York, 2010), una voz encendida por la rabia de vivir, la encarnación elegante del artista, de la mujer, en libertad. Además, eso otro: era guapa y lo sabía.

"El mundo se derrumba, coge mi mano", cantaba Abbey cuando la vi y escuché una noche de octubre de 1991, como no, cantando en ese vórtice del jazz que me queda al lado de casa, el C. M. San Juan Evangelista.

"Emergiendo entre la declamación dramática, un aliento sutilmente cool y la caricia confesional de Billie Holiday, la voz de Abbey viene desde el guiño de Broadway para negar cualquier tipo de convención estética", escribí entonces en las páginas del malamente muerto Diario 16.

"No existe nada que se llame "jazz". Lo que llaman "jazz" es una forma de canción que trata sobre la existencia en su más alta expresión; es la mayor aportación de Estados Unidos al mundo. Mahalia Jackson, Ray Charles, Louis Armstrong, Coleman Hawkins, todos los que dieron su vida por este país... nosotros somos los que vinimos desde África y dimos vida a una nueva música en la ciudad de Nueva Orleans. Me siento afortunada de formar parte de todo ello aunque a veces tengo la sensación de que todavía no he hecho nada..."
Abbey Lincoln. El País. 1-09-2007

Os dejo con dos videos inmensos, conmovedores, de Abbey, que dan fe de su verdad antes y después.



Un trozo de historia viva, marido y mujer, Max Roach y Abbey Lincoln:

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