domingo, 27 de diciembre de 2009

EE.UU.: "Sheriffs" virtuales para la frontera


Claire Prentice
BBC


Cuando John Spears llega a casa desde su trabajo como vendedor en Nueva York, se sienta ante su computadora con una botella de cerveza y empieza a patrullar la frontera entre Estados Unidos y México.

Y para hacerlo, no necesita ni moverse del sofá. Él es uno de los miles de personas de todo el mundo que "patrullan" voluntariamente la franja de 2.000 kilómetros entre Texas y México a través de internet.

El controvertido programa de Vigilancia Virtual de la Frontera de Texas –que ha costado más de US$4 millones- invita a los civiles a inscribirse en la página web blueservo.net.

Desde allí, pueden contemplar a cualquier hora del día imágenes en directo desde 21 cámaras ocultas situadas a lo largo de la frontera.

Quienes están a favor de esta iniciativa, la consideran un paso adelante en los intentos de Estados Unidos para frenar la inmigración ilegal, el tráfico de drogas y la violencia fronteriza.

Los críticos aseguran que este programa fomenta los sentimientos contra los inmigrantes y anima a los ciudadanos a convertirse en vigilantes.

50 millones de visitas

Desde que la web se puso en funcionamiento en noviembre de 2008, ha recibido más de 50 millones de visitas y más de 130.000 personas se han registrado para convertirse en "ayudantes del sheriff" virtuales. Entre los inscritos hay internautas de lugares tan diversos como Australia, México, Colombia, Israel, Nueva Zelanda o el Reino Unido.

La atención creciente sobre la frontera está ligada a la preocupación de que la violencia relacionada con el tráfico de drogas se extienda desde México a Estados Unidos.

Hasta ahora, alrededor de 21 personas fueron detenidas como consecuencia de este proyecto, que está en manos de la Coalición de Sheriffs de la Frontera de Texas (TBSC, por sus siglas en inglés). La mayoría de los detenidos fueron acusados de contrabando y se confiscaron más de 2.140 kilos de marihuana.

Los críticos con el proyecto afirman que no es rentable. Eliot Shapleig, senador demócrata del Estado de Texas, describió el programa como un desperdicio de dinero.
Además, argumentó, las cámaras en la frontera "invitarán a los extremistas a participar en una caza virtual del inmigrante".

A lo largo de los últimos años, la administración Bush intentó detener la inmigración ilegal y el tráfico de drogas con la construcción de un muro en algunas partes de la frontera entre Estados Unidos y México.

Muro virtual

Las cámaras de seguridad se centran en aquellos tramos que no están "protegidos" por el muro o por guardias de frontera.

La web del programa informa a los usuarios sobre qué deben buscar en las imágenes: grupos de gente en barcas que intentan cruzar el Río Grande, individuos cargados con mochilas o paquetes, autos en zonas aisladas y gente arrastrándose entre los matorrales.

Si los "ayudantes del sheriff" virtuales ven algo sospechoso, aprietan un botón en la web y envían un mensaje a la oficina del sheriff de la zona correspondiente.
En ese caso, los agentes decidirán si vale la pena investigar e informar del aviso a la patrulla de la frontera.

"Tener esos pares de ojos extra marca una gran diferencia. Si podemos prevenir el crimen sólo con nuestra presencia, eso es algo positivo"
, asegura el director ejecutivo de TBSC, Don Reay.

Críticas

En cambio, algunos políticos y grupos de defensa de las libertades civiles consideran que patrullar la frontera debería ser responsabilidad del gobierno de Estados Unidos, no de ciudadanos voluntarios.

"Si bien es legítimo proteger la frontera del país, estamos preocupados porque esas cámara pueden animar a ciertos ciudadanos a vigilar a otros. Esa gente podría pensar en montar en un auto con una pistola en cuanto vea un inmigrante ilegal", aseguró Jay Stanley, de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles.

Sin embargo, los gestores de la web afirman que el objetivo principal de la iniciativa es luchar contra el crimen, no contra la inmigración ilegal.

El director de la oficina de justicia de Texas, Rick Perry, concedió US$2 millones de fondos federales al proyecto en su primer año y dos millones más en el segundo. A lo largo de los próximos meses, se instalarán más cámaras en la frontera.

Este político fue criticado por ceder ante los caprichos del ala derecha del Partido Republicano y el proyecto ha sido parodiado en la televisión estadounidense. Perry no respondió a nuestras llamadas para comentar el programa.

El vicepresidente de inteligencia de la compañía de seguridad Stratfor, Fred Burton, apuntó que las cámaras no son la solución para la frontera, sino una herramienta más.

Poder disuasorio

Según la TBSC, las cámaras de vigilancia sirven para intimidar a posibles traficantes de drogas y a los inmigrantes ilegales.

Reay señala que es "imposible cuantificar cuántos delitos se evitan, pero hemos presenciado numerosos casos de gente que llega a la frontera, se da la vuelta y se marcha".

Como en el trabajo de la policía real, las patrullas online consisten en horas de tedio salpicadas de minutos de mucha excitación.

A pesar de esto, Deanna Blythe, dedica alrededor de una hora diaria a esta actividad. Ama de casa de Athens, Ohio, Blythe asegura que de esta manera siente que está cumpliendo con su deber cívico y ayuda a mantener la seguridad en la frontera.
El "ayudante de sheriff" virtual John Spears dice que es más que eso. Afirma que "le encanta llegar a casa después de un día de trabajo y jugar a guardia de frontera. Es más interesante que la televisión".


lunes, 21 de diciembre de 2009

“The Boat that Rocked”, una radio necesaria (¡ahora!)


Remitido por Iñaki Calcuta: que lo leyó en el blog "El mostrador de Rob". Comparto la filosofía de lo dicho y daré mi opinión de la peli aquí, cuando la vea.

“The Boat that Rocked” , título original de esta película que se estrenó España con el poco afortunado título de “Radio Encubierta” y que narra las peripecias de una radio pirata inglesa a mediados de los años 60. Las radios piratas emitían en aquella época desde barcos y fuera de las aguas territoriales, de manera que burlaban el férreo y gris sistema musical de la BBC y el gobierno británico, convirtiendo la radio en una auténtica peripecia. “The Boat that Rocked” es una película sin pretensiones más allá del entretenimiento y que con una banda sonora impecable muestra de manera refrescante cómo se puede hacer realidad el sueño de vivir 24 horas inmerso en un mundo alejado de la ocre realidad sin más alimento que música por la vena. Las chicas adoran a los pinchadiscos y todo se reduce a vivir enganchado al vinilo….un perfecto mundo pop.

La realidad es que la historia de las emisoras flotantes inglesas comenzó allá por el año 64 cuando Ronan O´Rahilly, un visionario irlandés que había sido manager de los Animals, se lió la manta a la cabeza y montó en un barco Radio Caroline. Por aquél entonces la BBC no prestaba atención a la fulgurante oleada de grupos como los Kinks, los Beatles ó los Small Faces y la juventud pedía a gritos pop en las ondas. La emisora desapareció en 1967 asfixiada por la presión legal del gobierno…esos tres años fueron la época dorada de las emisoras flotantes en los que Radio Caroline compartió protagonismo con Radio London, de estilo más americano y en la que comenzó su andadura John Peel junto a otras celebridades de la época como Tony Blackburn ó Tom Lodge. Si os pica la curiosidad, no dejéis de visitar offshoreechoes, una completísima página sobre el tema.

Tras ver la película no he podido dejar de hacer una reflexión comparando aquella época con la actual….ya no hay emisoras pirata en el mar, ahora navegan en el océano de la red frente a la estrechez de miras de la industria musical y el enrevesado y mezquino mundo que la sostiene en nuestros días (sociedades de autores y demás). Así que la cosa no ha cambiado mucho desde hace más de cuarenta años. Rock & Roll!

sábado, 19 de diciembre de 2009

Narco-corridos: por un puñado de tiros. Arturo Beltrán Leyva: Jefe de Jefes



Se hacía llamar Jefe de Jefes, como el célebre narco-corrido escrito por Teodoro Bello y popularizado al comienzo de este siglo XXI por Los Tigres del Norte (jefes de jefes a su vez, artísticamente hablando, de la música norteña mexicana). Arturo Beltrán Leyva, alias La Muerte, El Barbas o El Botas Blancas, uno de los narcotraficantes más buscados del mundo, ha caído abatido por fuerzas de la Marina mexicana en una urbanización de lujo del estado de Cuernavaca, el pasado 16 de diciembre. Con él fueron muertos también cuatro de sus sicarios. Días antes, los mafiosos habían escapado a tiros y de milagro de una fiesta en Tepoztlán celebrada en su honor y amenizada por el grupo Los Bravos del Norte. El cantante Ramón Ayala y el resto de los miembros de la banda musical han resultado detenidos en el transcurso de las investigaciones.

Soy el Jefe de Jefes señores,
me respetan a todos niveles,
y mi nombre y mi fotografía,
nunca van a mirar en papeles,
porque a mí el periodista me quiere,
y si no mi amistad se la pierde.

Muchos pollos que apenas nacieron,
ya se quieren pelear con el gallo,
si pudieran estar a mi altura,
pues tendrían que pasar muchos años,
y no pienso dejarles el puesto,
donde yo me la paso ordenando.


La escenificación de la captura de cuerpo presente del capo mexicano quiere ser o aparentar un escarmiento, un aviso red harvest mex. Regado de billetes, con el rosario chingando entre tatuajes, acribillado a balazos y con los pantalones bajados hasta las rodillas, el cadáver de Arturo Beltrán Leyva es todavía más aparatoso que el de Tony Montana (Al Pacino) en la película “El precio del poder” (Brian de Palma). Es una exhibición de hasta dónde puede y ha querido llegar la ley en este caso. Los billetes, como puede apreciarse en la imagen totalmente verídica que ilustra este post, han sido colocados a mano por un funcionario encima del cuerpo muerto del Jefe de Jefes.

Era una vieja práctica en el siglo XIX y en las primeras décadas del XX colocar de pie y espalda contra la pared los cadáveres de los bandidos ajusticiados, a la vista del pueblo para escarmiento. La acción de la Marina mexicana (con o sin ayuda de la DEA) se convierte también así en una acción de castigo en el épico imaginario narco. La muerte de Arturo Leyva Beltrán tiene este rasgo ejemplarizante y moralizante. Como si fuera la última estrofa de un corrido. Y es también la prueba irrefutable del presunto asesinato de un asesino. Si le metemos ritmo andante, acordeón, bajo sexto y cantador, ya tenemos un fiestón wild bunch con sangre de a de veras.

Canción y violencia forman una antigua tradición en la música mexicana. Mucho más vieja es la asociación que forman la pistola y el corazón. En los primeros años 70 empezó a hacer furor el género de los narco-corridos, con el éxito de Los Tigres del Norte y sus piezas “Contrabando y Traición” y “La Banda del Carro Rojo”. Pero lírica similar la encontramos ya a finales del siglo XIX. Así lo demuestra el corrido hagiográfico “Mariano Reséndez” (1890), donde se narra la historia de un célebre contrabandista.

Año de mil novecientos
Dejó recuerdos muy grandes:
Murió Mariano Reséndez;
Lo aprehendió Nieves Hernández.
En su rancho, que era El Charo
Día martes desdichado,
No pudo el hombre salvarse
Porque amaneció sitiado.


En los felices o duros años 20 y 30 del siglo pasado, como consecuencia de las leyes prohibicionistas del tráfico de alcohol entre México y Estados Unidos, aparecen piezas de autor conocido o desconocido, como “Los Tequileros”, “Contrabando de El Paso”, “La Cocaína”, “La Marihuana”, “Corrido del Hampa”… Pero es a partir de la década de los 70, cuando se desarrolla con fuerza la estética llamada “grupera”, que tiene muy presente en su temática al narcotráfico o la frontera y emigración clandestina. Algunos nombres lo dicen todo. “Cruz de Marihuana”, por Grupo Exterminador; “El Rey de Los Capos”, por La Furia Norteña; “El Gran Mafioso”, por Uriel Henao y sus Tigres del Sur.

Estos corridos no hacen otra cosa que adaptar a la realidad mexicana los cantos a la mayor gloria de lo que el británico E.J. Hobsbawn (eminencia y decano de la investigación histórica, marxista y testigo voluntario de la Guerra Civil Española) llama “bandidos sociales”. Estos nuevos Robin Hood o Luis Candelas llenan el imaginario popular de las sociedades modernas. Los corridos con las hazañas del buen bandido llegaron a donde no llegaban los periódicos en un público que no sabía leer ni escribir. Esa lírica sigue vigente.

“El público –me explicaban Los Tigres del Norte- quiere saber qué es lo bueno y qué es lo malo. Nosotros cantamos las canciones como el que cuenta una película. La nueva juventud ve ese desafío que los personajes tienen. Uno se pone a pensar en el valor de esta gente para meterse de lleno en el narcotráfico, que lo hacen como el que estudia una carrera de ingeniero agrónomo. Lo hacen tan normal… La nueva juventud quiere dinero rápido, no perder tiempo. Esas facilidades las da el narcotráfico. Los grupos que se involucran con los personajes, hay motivos sin explicar, tienen problemas o muertes…Si te portas mal…”

Una oaxaqueña moderna, cantante y antropóloga, como Lila Downs me habló con algo de tequila y muchas cautelas sobre unos violentos sucesos ocurridos Oaxaca en 2007: “Opino que la elección del gobernador fue un fraude. La rebelión empezó con unas obras de remodelación de la ciudad en las que tiraron dos árboles simbólicos, dos laureles centenarios. Hubo muertes, pero se han hecho desaparecer las actas de la administración, los registros legales. Los problemas no se solucionan. Parece que en las elecciones generales de 2006 también hubo fraude. Hay un teatro en la política, y por otra parte está la realidad”.

Los capos del narco-tráfico saben a lo que se exponen. El Jefe de Jefes Arturo Beltrán Leyva ha pagado con su vida lo mucho que se había cobrado con su criminal negocio. El espectáculo de Los Bravos del Norte también tenía un precio, que ahora ya no decidirá la parte contratante sino la justicia. En aquel soberbio historión de Camelia La Texana, Los Tigres del Norte dieron cuenta de que la traición y el contrabando eran cosas “incompartidas”.

Un hembra si quiere un hombre
por él puede dar la vida
pero hay que tener cuidado
si esa hembra se siente herida,
la traición y el contrabando
son cosas incompartidas.


Al tradicional género de la pistola y el corazón de los corridos mexicanos vino a sumarse la “enchilada” del narco-tráfico. Y a veces amores, balaseras y sustancias prohibidas viajan revueltas en la misma cajuela del auto. Ningún otro término como el de “espectacular” encaja mejor con la escenografía del asesinato en 2007 de Zaida Peña, cantante del grupo Los Culpables. Tras ser tiroteada en un motel al norte México, Zaida fue rematada por un sicario en la cama del hospital donde se intentaba salvar su vida. El género artístico de Zaida y Los Culpables era la “música grupera”. En el peor de los casos, la canción y el narcotráfico son “cosas incompartidas”.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Rosario Castellanos



Agonía fuera del muro

Miro las herramientas,
el mundo que los hombres hacen, donde se afanan,
sudan, paren , cohabitan.

El cuerpo de los hombres prensado por los días,
su noche de ronquido y de zarpazo
y las encrucijadas en que se reconocen.

Hay ceguera y el hambre los alumbra
y la necesidad, más dura que metales.

Sin orgullo ( ¿qué es el orgullo? ¿Una vértebra
Que todavía la especie no produce? )
los hombres roban, mienten,
como animal de presa olfatean, devoran
y disputan a otro la carroña.

Y cuando bailan, cuando se deslizan
o cuando burlan una ley o cuando
se envilecen, sonríen,
entornan levemente los párpados, contemplan
el vacío que se abre en sus entrañas
y se entregan a un éxtasis vegetal, inhumano.

Yo soy de alguna orilla, de otra parte,
soy de los que no saben ni arrebatar ni dar,
gente a quien compartir es imposible.

No te acerques a mi, hombre que haces el mundo,
déjame, no es preciso que me mates.
Yo soy de los que mueren solos, de los que mueren
de algo peor que vergüenza.
Yo muero de mirarte y no entender.

Rosario Castellanos. Ciudad de México, 1925; Tel Aviv, 1974.

Naturalidad


Todo resulta tan natural en esta naturaleza para nada muerta.

El perrito tenía hambre. Y sed. La niña con el palito, vestida de hada, atenta. Los hombres a lo suyo, trabajando. El carnero ya nada tiene que decir. Pero dará mucho que hablar, en la sobremesa. Con cánticos y bailes.
Fiesta del Cordero. Montaña del Rif, Marruecos, noviembre 2009.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

en defensa de los derechos fundamentales en internet



1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Enrique Morente: "Soy un cantaor sin identidad"



Un destilado del artista en vivo, eso es el disco “Morente. Flamenco en directo (Universal). A las tiendas llegará el próximo 24 de noviembre. Un disco con tremendo punto casual, pero quizá también el mejor disco flamenco editado en esta primera década del siglo XXI. Si las esencias de Enrique Morente vinieran en frasco, este álbum contiene el perfume ideal para escuchar flamenco al desnudo. Y más allá de lo imposible.

Nueve cantes en formato clásico, voz y guitarra, y dos versiones en estudio de unas fenomenales nanas en las que intervienen los hijos Estrella, Soleá y Enrique. Lo escogido por Morente de su historia más o menos reciente es un candente trozo de vida, desde la malagueña “Como sale de ti”, grabada con un simple y estupendo cassette en Cádiz en 1992, hasta la •”Soleá del Pilarico”, grabada en 2003. En las guitarras están Juan y Pepe Habichuela, Rafael Riqueni y David Cerreduela.

El arte se le supone, pero la calidad técnica de las grabaciones no dejaba tanto donde elegir. “Quería –explica Morente- que este primer disco mío en vivo tuviera un mínimo de dignidad. Más adelante sacaré chapuzas de sonido, que les llamaré retales. Los temas de este disco están grabados en una pista. Grabar con una mesa de sonido, eso es otra parafernalia. Si yo sé que es una producción organizada, ya me peino, me tiño el pelo, me pongo unos tacones más altos. La expresión es otra. Lo bueno que tienen estos temas es que estamos sin peinar, sin maquillar”.

Pepe Habichuela, con su voz grave y de mando, sentencia: “Está muy bonito y muy caliente: ha salío lo que ha salío”.

Enrique y Pepe son granadinos, pero se conocieron en Madrid, en una época que conviene recordar: los tablaos de la capital en los años 60 del siglo pasado. A unas calles estaban unos de otros. Cada tablao era para el flamenco una constelación de arte. Morente expresa su agradecimiento. “A los tablaos le debemos media vida. Nosotros empezamos en una época en que, por ejemplo, en el tablao Zambra estaban Fernanda y Bernarda de Utrera, Rafael Romero “El Gallina”, Juanito Varea, Pericón de Cádiz, Manolo Vargas, Pepe El Culata, Perico el del Lunar. Y en Las Brujas estaban Manolo Sanlúcar, Pepe Habichuela, Terremoto, El Sernita, La Paquera… Y en Torres Bermejas estaba Camarón de la Isla… Allí estaba la Biblia en verso. Lo que allí se fraguó ha sido decisivo para el flamenco. Los tablaos fueron nuestra Universidad”.

Pepe Habichuela lo recuerda: “Enrique y yo hemos vivido momentos con figuras máximas. Y luego de trabajar en el tablao, por las noches, nos juntábamos a cantar, tocar y tomar copas en las ventas. Eso era por gusto. Antes no había cedés y se aprendía así. Había una caterva de artistas de todas partes de España con un nivel altísimo”.

En estas soberbias grabaciones en vivo tuvo que enfrentar Morente sus miedos de artista: “Soy muy cobarde para actuar y empecé en Madrid, gracias a Rabel Romero El Gallina, que me llevó a trabajar a las Cuevas de Nemesio. El director artístico se llamaba Jesús y era albañil y un señor muy buena persona. De buenas a primeras, ese señor me probó y me colocó en aquel local tan bonito, que era una imitación de las cuevas del Sacromonte”.

Y de aquel tablao chico, Morente pasó a los grandes, a los teatros, a los auditorios del pop y del rock. Pero el pasmo escénico es el mismo. “Siempre he sido muy miedoso para el escenario. Soy cantaor por destino, seguramente habría dado más en otra faceta. Yo iba andando por la calle y me gustaba cantar, pero atravesar ese shock que es ponerte delante del público, me ponía de infarto. Esto sigue sucediendo pero ahora controlo”.

La ironía y la paradoja van de la mano en este artísta que huye de cualquier tipo de pedantería y boato “Me ha ayudado mucho darme cuenta de que soy un cantaor sin identidad. No sé de dónde viene mi cante. Mi madre cantaba pero no era cantaora. No sé: tendría que irme a Argentina, a ver si allí alguien puede venderme un par de carnets de cantaor. No tengo identidad y esto me habrá quitado muchas cosas, pero me ha dado la libertad”.

El cantaor, que hoy es espejo de los vienen detrás, afirma que es importante recuperar el sentido original de algunos términos: “Me considero un buen aficionao, que es una palabra que se ha perdido. Los cantaores viejos decían: el muchacho tiene sentido y es muy buen aficionao. En aquella época ser muy buen aficionao era un galardón, no todo el mundo se lo merecía”.

La poesía es importante. Morente es poeta. Prácticamente todas las letras que hay en este disco son suyas o son populares. A la poesía llegó por la obra de Miguel Hernández. “Siempre me ha acompañado y me acompaña en el camino. A Miguel Hernández le debo haber tomados conciencia de muchas cosas, muchas injusticias. Miguel Hernández es un justiciero, un defensor de las libertades. Con él me aficioné a la poesía y a la defensa de los derechos”.

El año pasado, en los actos previos al Centenario de Miguel Hernández, que es en 2010, le llamaron para hacer una actuación en la casa del mítico poeta de Orihuela. “Quisimos que el concierto fuera también un homenaje a Amnistía Internacional, porque en el tiempo que murió Miguel Hernández no había ninguna organización similar, sino todo lo contrario”.

“Morente. Flamenco en directo” se abre y se cierra con versiones del tema “Nanas de Oriente”. Enrique se aferra a su tiempo, entre el horror y la dulzura y la ternura de cada momento. De la intervención de sus tres hijos en las nanas, dice: “Sin los niños, sin Soleá, Estrella y el Kiki, si solamente hubiera estado yo, la nana habría sido bastante aburrida, con un contrabajo al final, un poema de León Felipe tremendo, hablando del tiempo y de las malas ideas que tienen las manecillas del reloj del tiempo…No quería terminar de una forma festera. Estas nanas son para los miles de niños que mueren diariamente de hambre, por la guerra… No quería poner un título agresivo ni demagógico. “Nanas de Oriente” habla de eso. Estas nanas son para las madres y los niños que salen todos los días en los noticiarios con las caras llenas de moscas”.

En el flamenco se le llama duende. En otras músicas son otros los términos. Nada está sentenciado ni puede ser previsto de antemano en la música con nombre propio: Para Morente, “el flamenco es una improvisación continua. Y más como somos nosotros. A mí me gustaría no tener que improvisar muchas veces, pero o improviso o voy preso. Prefiero el desastre a la mediocridad”.

“Una hora y media entera al nivel que nosotros vamos buscando y queremos es muy difícil. Con alcanzar en algunos momentos el nivel que nos exigimos, ya sabemos que el público nos va valorizar y entender. Se puede forzar la marcha, pero con control. A veces depende de cómo esté tu cabeza, y la del público también. El que está en el patio de butacas tiene que llevar las orejas naturales, que no sean de goma ni prestadas”.

Anda el maestro meditabundo porque alguien le ha echado una sombra al hombro. “La luna no está todos los días igual. Estoy un poco preocupado con esto ahora, porque un tipo me ha dicho que tuviera cuidado con la luna. Me veía lunático. Me dice que salgo a la calle por las noches cuando hay luna llena. La luna manda en las cabezas”.

Volviendo al tema de las paradojas, estamos charlando en Rock Palace, unos locales de ensayo instalados en el madrileño barrio de Delicias. En las paredes hay fotos de Iggy Pop y Metallica, camisetas de Iron Maiden y ACDC, una Harley Davison de bolsillo, trapo negro, cuero y calaveras. Rodeado por sus músicos y por su familia, que también ha venido al ensayo, el iluminado flamenco de “Omega” aquí se encuentra a gusto.

“Estamos en un espacio del rock. Hace muchos años que vengo a ensayar aquí y me gusta. Hay ambiente de marcha, rockero. Me pongo las botas vaqueras y los blue jeans para cantar por malagueñas. Te vas a otros espacios donde no haya un micrófono tan bien colocadito para la guitarra de Pepe Habichuela y sales con las uñas partidas y medio pescuezo menos, hablando ronco”. Todo sea por la uñas y el pescuezo.



La historia suele hacerse mientras andamos ocupados en otra cosa. Los cantes que integran “Morente. Flamenco en directo” salieron y se grabaron sin ni siquiera pensar que acabarían en un disco. Aquí está el Morente sabedor, valiente, encendido... Solares, serranas, tientos, granaína, alegrías, malagueñas, tangos, fandangos... Estilos todos en la columna vertebral del flamenco en modo clásico. Pero la palabra clásico es siempre equívoca, porque significa, en el caso de Enrique Morente, atenerse a lo canónico y fijar al mismo tiempo su impronta individual, algo destinado a ser el paradigma del flamenco en las coordenadas de un tiempo concreto y, a la vez, un tierno quejío con individualidad radical. Esa desazón o ese sosiego de Morente queriendo contar el flamenco desde su propia verdad musical, queriendo no equivocarse ni equivocar. Este es un disco que, sin duda, servirá a muchos para aprender de cante. A todos, para disfrutarlo. Están con Enrique sus guitarras más queridas, las de los paisanos granadinos Juan y Pepe Habichuela, la del trianero Rafael Riqueni. Y están las nanas con los niños. Una dinastía al completo.

Publicado en Público