lunes, 28 de septiembre de 2009
Adela Caballero
Por si acaso allí hubiera alguien,
tuvo que advertir primeramente, fumando:
-¡No sean tan pesados!¡Y no me toquen el coño!
Y así supimos que ya había llegado.
sábado, 26 de septiembre de 2009
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Camps, Bigotes, Fabra... culos que duermen juntos desde lejos se hacen señas
EN EL MISMO BARCO
¿Chorizos? Sí, pero de los nuestros
Juan Goytisolo EL PAÍS 23/09/2009
La mejor noticia de un verano pródigo en desastres, guerras y atentados ha sido para mí la exculpación, confiemos que definitiva, de nuestro santo Job valenciano. Tras sufrir la ordalía del terror sectario, el acoso cruel de una Inquisición y la hipermediatización hostil del caso con la sonrisa crispada del justo cuyos trajes de corte impecable pagó religiosamente al contado en Forever Young y Milano, su sobreseimiento por un juez fuera de toda sombra de amiguismo, me llenó de alivio.
Era hermoso verle en la plaza de toros de su ciudad aclamado por centenares de asistentes al acto de desagravio, arropado por un grupo selecto de compañeros de partido: la sabia y refinada Rita Barberá, por una vez sin sus bolsos de marca Gürtel, el sencillo y honesto presidente de la Diputación de Castellón, cuya innata timidez de buen chico oculta siempre con unas sobrias gafas ahumadas; en fin, por todo el elenco escogido a dedo por un jefe exultante y en olor de multitudes. ¡El triunfo de la verdad y la justicia frente a la calumnia y la imputación falsa levantan el ánimo alicaído de la gente honrada en estos tiempos de relativismo moral y dictadura laica!
El proceso de corte estaliniano montado contra el nuevo Job bíblico, se basaba, como sospechábamos, en un cúmulo de alegaciones carentes de todo fundamento, de pruebas groseramente manipuladas por gente sin escrúpulos. Sin ir más lejos, puedo testimoniar que la supuesta conversación de Job con Álvaro Pérez, El Bigotes, reproduce palabra por palabra la que grabó y me envió meses antes un matrimonio gay amigo para mostrarme que la separación física de la pareja -uno de los cónyuges había viajado a Estados Unidos para preparar su doctorado en Ciencias- no había hecho mella en sus sentimientos de amor recíproco. ¡Agárrese a su silla, atento lector, y lea su transcripción!
El marido: amiguito del alma.
Su esposo: oye, que te sigo queriendo mucho.
El marido: y yo también.
Su esposo: te quiero como un huevo.
El marido: contarás durante muchos años con mi lealtad, ¿vale?
Su esposo: ¿durante muchos años? No, hijo de puta, durante toda tu vida.
El marido: bueno, yo quiero que nos veamos con tranquilidad para hablar de lo nuestro... que es muy bonito.
Su esposo: cuanto tú quieras y te dejen y puedas.
Quien conozca el diálogo con El Bigotes difundido por la prensa comprenderá el grado de mi sorpresa al descubrir que la conversación del matrimonio amigo, con añadidos y extrapolaciones destinados a apuntalar la tesis de los vínculos existentes entre el paciente Job y la trama corrupta, era la comidilla de los cínicos y desaprensivos que medran en aguas turbias. El hecho no ofrece dudas: ¡algún sembrador de bazofia había manipulado dos grabaciones distintas como arma arrojadiza contra nuestro espejo de demócratas!
Por dicha razón, el homenaje de desagravio a Job en el coso valenciano me reconfortó. Aparcada la acusación de su soborno por Orange Market o alguna otra empresa de Francisco Correa, el entusiasmo del público llegaba al alma. El justo de mandíbulas contraídas y sonrisa sobrepuesta parecía al borde de las lágrimas. Su exultación iluminaba también el semblante del Jefe, de la alcaldesa, de Carlos Fabra: era la del diestro que, tras una faena inolvidable, da vueltas y más vueltas al ruedo al frente de su cuadrilla. ¡Venceremos, sí, venceremos, porque somos los mejores y conectamos con las preocupaciones cotidianas del pueblo!
De ese pueblo que harto del debate de ideas y exposición de programas contrapuestos, se aferra al viejo espíritu del clan y asume con naturalidad lo de "poco importa que sean chorizos, si son de los nuestros".
Juan Goytisolo es escritor.
lunes, 21 de septiembre de 2009
"Malditos bastardos", frikismo patán, pastoso, petardo...
¡LA INFAME Y SALVAJE IDIOTEZ DE UNA VENGANZA BASURA!
Érase una vez... en Frikilandia ocupada por el tarantinismo más imbécil...
peor que un cromo cutre
“Malditos bastardos” es una gilipollez. De tanto guiñar el ojo, a Tarantino se le ha desprendido el cerebro, que fluye tontamente a través del nervio óptico. Tarantino no es un genio por mucho que a don Quintín y su santa pandilla de turiferarios se les ponga en los pelés. No todas las paridas que se le ocurren al pulpboy de Tennessee tienen gracia porque yes, sir. Si el provocador kill dog se centra, pues bien, sale lo bueno que no hace falta mencionar; pero si le da a la churrera del metametraje loncha a loncha y muerto a muerto, pues le sale un bodrio de 153 minutos. Tarantino no es Billy Wilder, no es Sam Peckinpah, no es Robert Altman.
“Para mí, los tabúes están hechos para ser derribados”, dice Quentin. El problema es que nada se sostiene en “Malditos bastardos”. La burla sobre los crímenes de guerra, el terrorismo y la tortura no está al alcance de cualquiera. Sin respeto por las víctimas y el espectador no hay más que sandeces de friki autocomplaciente. Además, en cuanto a derribar tabúes, me río del valor personal de Tarantino: el holocausto es el tabú intocable en su película. Así que no venga con mandangas, que es muy fácil meterle el dedo en el ojo al que ya está tuerto o ciego. El estado de Israel está vivo y dando por saco.
La venganza es un mal rollo. No se justifica con nada. Burlarse del espíritu vengativo, eso sí que daría juego. Tarantino, Tarantino, que se te ve el pepino. Brad Pitt metido a caricato, bien. Interpreta al oficial americano Aldo Raine, el nombre es un homenaje al actor Aldo Ray, icono redneck del cine bélico que también hizo de malo con barbita recortada en los peplums italianos de los años 60. Los demás actores hacen lo que pueden con papeles planos, romos, boboides. La música está metida con calzador. La magnífica canción "Cat People (Putting Out Fire)" , de Bowie, -mangazo crute a “La mujer pantera”, de Paul Schrader- es un pegote de aquí te espero. Las escenas de duelo sicológico tienen menos tensión que la picha de San Isidro Labrador, pájaro que nunca anida, no le pegues más al niño, que ya ha aparecido el peine. Resumiendo: “Malditos bastardos" es cine basura con mucha pasta detrás.
"No es aburrida, pero es ridícula y terriblemente insensible (...) La película está realizada con habilidad, pero es demasiado tonta para ser tomada en serio, incluso como broma”, escribe David Denby en The New Yorker. Sólo discrepo en alguna cosa: “Malditos bastardos” es un coñazo, aburrida de cojones, torpe de pelotas, infame, mamarracha, pedorra, prescindible y olvidable. Frikismo patán. Patatín y patatán.
viernes, 18 de septiembre de 2009
Miquel Viladrich versus Joaquín Sorolla
Viladrich frente al lado chungo de Sorolla
El que busca, se la encuentra. A cada cual lo suyo (bonita novela de Sciascia). Casi sin querer, mirando otra cosa, me topo con esto: la existencia del pintor oscense Miquel Viladrich. Me sale al encuentro este texto de Joaquín Maurín (diputado en las Cortes de 1936 y dirigente del P.O.U,M.) en el que valora lo pintado por Sorolla para la Hispanic Society de Nueva York (pinturas que para horror de propios y extraños están en estos días en el Museo del Prado junto con el mejor Sorolla, el de la luz del Mediterráneo), resultando que a la sorollosis nacional-foklorista, Maurín la llama España de pandereta de Carmen y la contrapone a la pintura de Viladrich. Copio lo escrito por Maurín sobre este caballero que me ha parecido estupendo.
Escribe Joaquín Maurín:
«Cuando salí de la prisión en 1946, pregunté, por Viladrich, y me dijeron que estaba en Buenos Aires, con su mujer e hijos. Me alegré mucho que se hubiese salvado de la catástrofe. ¿Y sus cuadros de Fraga? ¿Se habrían salvado también ´Las Aguadoras´, ´Tres Muchachas fragatinas´, ´Las Hilanderas´...?
Al venir a Nueva York, en el otoño de 1947, Fernando de los Ríos me dijo que una gran parte de la obra de Viladrich estaba en Nueva York, en la Hispanic Society of America.
La Hispanic Society of America, creada por el multimillonario y filántropo Archer Milton Huntington, es sin duda el mejor museo español que existe fuera de España. Se encuentra en la parte alta de Manhattan, entre las calles 155-156 y Broadway. En el centro de la plazuela. entre dos cuerpos de edificio, se levanta la estatua ecuestre del Cid. En la fachada del de la derecha hay dos bajorrelieves: el rey moro Boabdil, saliendo de Granada, y Don Quijote, sobre Rocinante, camino del Puerto Lápice, después de la aventura de los molinos de viento. En el edificio de la izquierda, el más importante, hay una sala dedicada a España, vista por Sorolla. A estas alturas, resulta un poco la España de pandereta de Carmen. La Biblioteca, pequeña, pero valiosa, está presidida por el retrato de los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, y por un busto del conde Romanones...Es una España vieja, viejísima, casi caricaturesca.
El pabellón de la derecha, más pequeño, está consagrado a Viladrich: 34 cuadros.
En la pintura de Viladrich hay tres etapas distintas: el período juvenil, cuando él, autodidacto, y rebelde, se busca a sí mismo; la fase fragatina y el retratista después de Fraga.
La fase fragatina es una maravilla artística. Sus cuadros de aldeanas y campesinos son auténticos poemas bucólicos cantados por la paleta del pintor.
Pues bien, todo ese encantador ramillete de flores del jardín de la ribera del Cinca se encuentra en Nueva York.
A veces, en esta ciudad multitudinaria y asfixiante, cuando me embarga la nostalgia de la tierra natal, hago una visita al museo de la Hispanic Society. Dejo de lado la España de Sorolla y del conde de Romanones, y voy al pabellón que guarda la obra de Viladrich. Me siento rejuvenecer; tengo entonces veintiún años, y estoy en el Castillo de Urganda la Desconocida, en compañía de Viladrich, Baroja, Felipe Alaíz, Salvador Goñi y Sánchez Ventura.
Una vez instalado en Nueva York, en donde se habían refugiado mi mujer e hijo durante la guerra mundial, busqué contactos con antiguos amigos. Sabía que Ramón Sender enseñaba en alguna Universidad de Estados Unidos. Federico de Onís, me descubrió su paradero; enseñaba en la Universidad de New México, Alburquerque. Le escribí, me contestó. Y seguimos relacionándonos epistolarmente.
En junio de 1958, Sender vino a Nueva York. Tenía algo que hacer aquí con sus editores. Además, había vivido en Nueva York en los primeros tiempos de su emigración, y la ciudad le gustaba.
Tenemos que ir a ver los cuadros de Viladrich, en la Hispanic Society -le dije.
-¿Qué ha sido de Viladrich? -me preguntó.
-Vivía en Buenos Aires; pero creo que ha muerto.
Si Viladrich era riberano del Cinca por adopción, Sender lo es por naturaleza. Nació en Alcolea de Cinca, a unas leguas de Fraga. Su padre era el administrador general de las propiedades que el duque de Solferino tenía en Albalate de Cinca.
Entre Sender y Viladrich había un parentesco espiritual: estaban unidos por el Cinca.
Visitamos la colección de Viladrich, convenimos que en esta Nueva York superindustrial y excitada, Viladrich está completamente desplazado. El público heterogéneo y sofisticado de Nueva York no puede comprender el aura poética que hay en la obra de Viladrich. Como la Dama de Elche, que equivocadamente estaba en París, regresó a España, Viladrich, un día, debiera regresar a Cataluña.
Mientras recorríamos la sala, volvió a plantearse si Viladrich vivía o había fallecido.
La secretaria que nos acompañaba dijo que las últimas noticias que la Hispanic Society tenía eran que vivía.
-Vagamente, yo tengo la impresión de que murió -comenté yo.
Sender escribió un artículo sobre Viladrich para la prensa hispanoamericana y, dando crédito a mi parecer, le dio por fallecido.
Algún tiempo después recibí una carta de la escritora peruana Rosa Arciniega, que entonces residía en Buenos Aires, diciéndome que había enseñado a la esposa de Viladrich, su amiga, el artículo de Sender publicado en el diario ´La Crónica´, de Lima. y ella, asombrada, preguntó cómo era posible que Sender lo diese por muerto cuando Miguel falleció el mismo día que se publicó el artículo, el 5 de julio de 1956...Viladrich tenía sesenta y nueve años”.
Italia y Berlusconi. Andrea Camilleri ataca
Entrevista a Andrea Camilleri, publicada en El País (18-IX-09), por Miguel Mora
Con sus inseparables pitillos, y su joven ayudante Annalisa dándole café con mucha azúcar, el escritor siciliano Andrea Camilleri mantiene a los 84 años una rapidez mental y una memoria envidiables. Ahí está la rabia, su vieja rabia comunista, que él sigue reivindicando como antídoto moral para su país, esta Italia que pese a todo vota y admira a Silvio Berlusconi, y que, afirma, "ama al bufón delirante porque refleja lo peor de cada uno y suscita esa envidia que todo italiano siente hacia las motocicletas que no cumplen ni una regla del código". En esta entrevista, realizada ayer en su casa, el maestro de la novela negra dibuja la oscuridad del panorama político italiano.
Pregunta. Toda Europa habla de Berlusconi, los italianos callan.
Respuesta. Es inquietante ese silencio. Llevamos tiempo en la fase de suplencia. La política ha sido sustituida por la magistratura, y con la oposición pasa lo mismo: como no está, la han sustituido dos periódicos (La Repubblica y L'Unità) y un canal de televisión (RAI 3). Todos los demás callan. Así que habla la prensa extranjera, que ha suplido a la nuestra en esta fase de emergencia de nuestra democracia.
P. ¿Realmente es una emergencia?
R. Claro que lo es. Antes Italia era solo una anomalía, ahora no hay pesos y contrapesos, cuerpos y anticuerpos, la enfermedad Berlusconi se ha extendido y no encuentra resistencias. Estamos enfermos mental, política, económicamente y sobre todo en cuanto a las costumbres: domina la inmoralidad.
P. Algunos dicen que se ha cumplido el plan de la logia P2...
R. No ha tenido éxito del todo, pero sí en gran parte. Las ideas de sus fundadores sobreviven en el hombre que conquistó el poder. Es una clonación, pero el ADN es común. La organización fue desmantelada, las ideas están vigentes.
P. ¿Cree que el Partido Democrático es una alternativa real?
R. Nunca quise adherirme, es un monstruo de dos cabezas. Es bonito que haya pluralidad de voces en un partido, pero cuando los fines son comunes. Aquí tenemos a los ex comunistas del PCI con el Opus Dei. Una convivencia difícil. La reunión de estos días entre Rutelli (PD) y Fini (PDL) confirma, creo yo, el final del PD. Los ex democristianos quieren huir. Y en el otro campo, Fini quiere abandonar a Berlusconi. La mayonesa se cortó.
P. ¿Así que la esperanza es... exiliarse con Obama?
R. Lo malo es que igual cuando llegas ya se lo han cargado. Tiene la gran desventaja de ser negro: lo pueden asesinar fácilmente. Y no bromeo.
P. ¿Por qué se dice que no hay prensa libre en Italia? Según Berlusconi, la RAI es la única televisión pública que critica al Gobierno.
R. Berlusconi dice que él no es un dictador porque los dictadores censuran y cierran los periódicos. Él no los cierra porque no puede. Pero censura. Hace años echó a varios periodistas de la RAI, hace poco dijo que Paolo Mieli (Il Sole 24 Ore) y Giulio Anselmi (La Stampa) debían cambiar de oficio y en unas semanas habían cambiado. Y luego está la peor censura, la autocensura, el miedo de los periodistas a hacerse daño a sí mismos. Hay tanto miedo que uno casi prefiere leer a Vittorio Feltri (director de Il Giornale), al menos es claro, sabes lo que tienes enfrente. A los otros no se les entiende nada.
P. ¿Cómo empezó a cocerse el berlusconismo?
R. Cuando nadie se lo podía esperar, del proceso Manos Limpias surgió un político que encarnaba justamente la corrupción que se quería combatir. Ahí se vio la capacidad genial de Berlusconi para presentarse como lo contrario de lo que es. Ahorase muestra como es de verdad: insulta a los periodistas, a los adversarios, les llama farabutti (canallas), coglioni (tontos)... ¿Dónde se ha visto un primer ministro que insulte?
P. Les llama sobre todo comunistas.
R. Nunca logrará que yo reciba esa palabra como un insulto. Y solo revela un cosa: está enamorado del fascismo, pero es peor que los fascistas porque algunos fascistas han evolucionado. Por eso dijo que Mussolini mandaba a los periodistas críticos de veraneo. ¿No sabe que Amendola fue golpeado hasta la muerte, que los hermanos Rosselli fueron asesinados en el exilio, que Gramsci murió tras años de cárcel? ¿No sabe que los comunistas italianos firmaron los Pactos Lateranenses con De Gasperi, que trajeron la democracia con la Resistencia, que bloquearon las vendettas contra los fascistas?
P. Si agita el fantasma del comunismo será porque le es útil.
R. Claro que lo es. Los italianos se lo creen porque no tienen memoria. Los italianos solo se acuerdan de su pueblo porque tenía un equipo que jugaba partidos contra el pueblo de al lado. Si a un italiano le preguntas qué pasó en 1928, te dice la alineación del Inter de ese año, pero no que llegó el fascismo porque eso no lo sabe.
P. ¿Cree que al no haber habido guerra civil subsiste un conflicto larvado, no resuelto?
R. El Movimiento Social Italiano se creó seis meses después de acabar la II Guerra Mundial. 18 meses más tarde, ya tenían diputados en el Parlamento. En el 45 llegué a Roma y había pintadas que decían: "Devolvednos al cabezón". ¡Querían a Mussolini otra vez! Recuerdo un artículo fabuloso de Herbert Matthews, periodista de The New York Times. Decía: "No habéis matado al fascismo realmente, y es una enfermedad que sufriréis durante décadas, reaparecerá en formas que no reconoceréis". Aquí estamos, preguntándonos si Berlusconi es fascista o no.
P. Pasolini también profetizó algo así.
R. Pasolini era discutible al opinar de sí mismo; pero su percepción sobre los otros era absolutamente aguda. Él y Sciascia son las dos grandes conciencias civiles que nos faltan. Siento una necesidad monstruosa de ellos.
P. Nada dura para siempre...
R. La escasa audiencia de Porta a Porta la otra noche ha sido una alegría. Asoma una esperanza. Un imbécil ha escrito en 'Il Giornale' que mi sueño es ver a Berlusconi colgado como a Mussolini. Es al revés, lo que más temo es que muera o que acaben con él los jueces. Lo que quiero es que dure, que los italianos beban de este cáliz hasta que vomiten. Así sabrán lo que es y acabará. Si no, se hará el mártir. Espero sobre todo que resucite la moralidad, porque ahora rige la moral del vespino. El vespino va por prohibido y nadie dice nada; cruza en rojo y nadie dice nada, sube a la acera y nadie dice nada. Los italianos miran al vespino y piensan: "¡Virgen, qué bonito sería ser ese vespino y no cumplir ni una regla!" Y no hablo ya de escorts, ni de velinas, hablo solo de vida cotidiana.
P. ¿Por qué aman tantos italianos a Berlusconi?
R. Porque se miran en su espejo y son iguales. Impera una mala educación insoportable. El otro día, un conductor le gritó a mi mujer: "¡Burra!". Y yo le dije: "Sigue a ese coche, síguelo". ¿Por qué?, dijo ella, me ha insultado. ¡Sí, pero te ha llamado burra y no puta, le quiero conocer, es un clásico, síguelo!
P. En ese sentido, Verónica Lario es un ejemplo de civismo feminista, aunque fue catalogada como "velina ingrata" por Feltri.
R. Nunca fue una velina, era una actriz de teatro y bastante dotada. Es una mujer ofendida que no puede más, que no puede hablar con su marido y decide hacerlo a través de los medios. Mi mujer si hago algo parecido me habría tirado por la ventana. Lo ofensivo es el exhibicionismo de Papi, tan poco serio. Eres un abuelo de 72 años, si quieres hacerlo hazlo discretamente, sabiendo lo que eres. Además, menuda figura. Si dices que frecuentas menores, en fin, es horrible, pero escorts...
P. Dice que nunca ha pagado.
R. Hace pagar a los amigos, es todavía peor. Calígula, Nerón, tenían una grandeza... Quemaban Roma, en fin. Esto es tan mezquino que asusta. No enciende ni una cerilla.
P. ¿Cree que Italia puede resistir cuatro años más así?
R. No creo, estamos al borde de una implosión. Fini, quizá por puro calambur, persigue una finalidad, alejarse de él. Dice cosas justas, laicas, modernas. Una derecha finalmente respetable. Desde el otro lado de la barricada, le deseo sinceramente que lo consiga.
P. ¿No cree que la Iglesia prefiere a Berlusconi?
R. Desde luego: 'pecunia non olent', el dinero no huele. Puedes atacar la virginidad de María, negar el santo sepulcro, ellos te meten en el Índice y tu vendes más libros. Pero si les dices que les quitas dinero de los colegios se enfadan. El dogma absoluto de la Iglesia es el dinero, la exención fiscal. Conozco en Roma un cine porno que está a nombre del Vaticano... Basta con no tocar el dinero del Santo Padre. El Vaticano dicta la ley en Italia, y nunca lo ha hecho tanto como ahora. Pero el Papa disimula como Zapatero: asisten al delirio de Berlusconi en directo y dicen: "No puedo hablar porque soy extranjero". Y si luego algún obispo dice algo, hace como Berlusconi con Feltri: "Me disocio, me disocio". No, no será la Iglesia quien acabe con Berlusconi. Espero que lo hagan los ciudadanos.
domingo, 13 de septiembre de 2009
infancia y delito. el dispositivo sancionador
Correo enviado a mi amigo X.
Noticia de última hora:
Acabo de ver y escuchar a tu amigo Javier Urra, ex Defensor del Menor y eximio Tertuliano (Me la Tocas con la Mano), en TeleMadrid asegurando, a propósito de los sucesos de Pozuelo, que la policía está desprotegida y la sociedad tiene que defender a los policías porque durante los últimos 30 años la sociedad ha demostrado que ha fracasado en las tareas preventivas de educación de los niños salvajes.
La solución: Poner en marcha el dispositivo sancionador, castigando a los padres por no responsabilizarse de lo que hacen sus hijos, y acabando con la impunidad de los menores. Más madera (y maderos)!!! Para los casos de violación, homicidio y reincidencia, defiende Urra bajar la edad penal a los 12 años.
Todo ello, ça va de soi, previo a un segundo paso: Poner comisarías y retenes de policía en guarderías, colegios públicos y concertados, así como institutos e instalaciones deportivas infantiles y juveniles. Está en fase de estudio la creación de una brigada de niños policías infiltrados en las mafias infantiles de todas escuelas de país.
Respuesta de mi amigo X.
Mon cher Pierrot . Decirte que el especimen navarro al que llamas amigo mío, es un personaje surgido del linaje directo de los hombres envueltos en pieles y murmuradores de idiomas inintelegibles que jamás fueron romanizados ni arabizados, a pesar de los rudos soldados que ambas grandes culturas enviaron para la conquista y población. Además de que no pudieron, yo creo que no quisieron conquistar las montañas pirenaicas, donde ni siquiera en sus bellísimos valles, se puede vivir a partir de octubre. Por esta y otras razones, se creó una voluntaria endogamia generando un carácter tribal en los primeros tiempos hosco e introvertido, acompañado de un lenguaje intraducible para los formados en lenguas romances y semíticas y una selección de informaciones basada en peculiares ausencias estimulantes de las tierras más soleadas, calientes y dadas a la verbena y al requiebro del chorverío.
Se crearon históricamente sus propias leyes penales y civiles (los siempre ejemplares fueros), donde la dependencia del derecho romano (tomado éste, si realizamos un análisis de la evolución histórica del derecho, como un hito en el desarrollo de la inteligencia y el bienestar del hombre), es mínima y crearon una contracultura basada en el dicho rimante: "los de aquí somos así"
Entre ambos intentos de conquista, aparecen como un mensaje novedoso las enseñanzas de Jesús de Galilea, (personaje recurrente en el segmento político que va de la extrema izquierda que posibilitó muchos de los reverendos padres anarquistas y marxistas a la extrema derecha más cretácea y enquistada).
La tercera vía la propugnó un tal Sanfermín que debía ser muy proclive al vino, a los espárragos, a los pedazos de gorrino curado y embutido en tripa, a un baile que supone una serie de brincos atléticos y gritos ancestrales, llamado jota y a la legión de lozanas rubias que pueblan el país.
Pero el camino de Santiago abrió las puertas de fortaleza tan cerrada y la relación con otros hombres, con otros colores de pelo, con extrañas vestimentas y nuevas formas de decir "chapela", convirtió a esta población en una de las más acogedoras, hermosas, francas y cultas de la península. Cultas, a pesar de los continuos sarampiones carlistas que episódicamente atacan a parte de la población. Lo de Monseñor es otra broma que se puede incluir en los ramalazos de la última y más sangrienta carlistada.
Un sarpullido similar es el que invade el cuerpo y la voluntad del que llamas "mi amigo". Hombre del norte en su visión más nefanda, la del castigo, la tribal, la endogámica, la de las orejeras, que si le pones una boina roja se convierte en un "requeté" y que se ha enganchado a los sonetos más urticantes del análisis de la infancia y sobre todo de la infancia que realiza acciones catalogadas como infractoras por nuestra ley penal.
Esta ley es PENAL. Nadie (ningún partido político) en su sano juicio hubiera sacado una ley "cumbayá". Pero es la Ley menos restrictiva y más educativa que las circunstancias nos dejaron sacar. Digo "nos", porque estuve orgullosamente en la "pomada" y por propia experiencia sé que mucha gente se quedó rendida en el camino mientras que otra mucha gente se subió al tranvía, sin billete y en primera, dando codazos a la tropa que estaba todavía sudando, peinándose y saliendo en la foto. "Mi amigo" es el personaje más lustroso de esta tropa. Un cómico de reparto, que suplantó el papel de héroe homérico (un día que fue a verme al pueblo Z., luego mi madre, que estaba pasando unos días, reconoció que como Javier tendrían que haber sido todos mis amigos, luego el cabrón cuando pasaba para el Norte estuviera yo o no, se paraba a darle dos besos y a merendar).
Dios no nos fíe los cuartos para seguir viendo, viviendo y sintiendo personajes que merecerían aportar páginas a la historia, ya enciclopedia, universal de la infamia.
Se le puede presentar en el circo: "Señoras y señores, con ustedes un reconvertido. Un psicólogo que fue adalid de los derechos de la infancia más desprotegida, de la infancia que recurre a la comisión de infracciones por que es infancia, porque es la que menos ha tenido acceso a los bienes sociales como la cultura, la sanidad, los bienes de consumo sugeridos por los cabrones de siempre; la infancia con más desarreglos de corte psicológicos de la sociedad, en fin, la infancia más pobre, que no me salía. Con ustedes, el defensor de la sociedad, el luchador incansable que no descansará hasta que baje la edad penal de los menores, para que se intervenga penalmente cuando todavía hay remedio para que el arbusto no se convierta en árbol. Con ustedes el que ha superado las teorías decadentes de los progresistas malvados y que atienden solo a requerimientos de solidaridad, amor a la cultura, respeto a los demás como emergencia y no como producto del pavor y otras zarandajas, con ustedes el pavo este. (¿Cómo me dijo usted que se llamaba?)
Cuídate de semejantes especímenes y pisa por lo "segao"
Un abrazo.
X.
jueves, 10 de septiembre de 2009
Cayo Lara, una jubilación digna
Me he cruzado por la calle con Cayo Lara: un tipo ni muy alto ni muy bajo, de complexión fuerte, con una perceptible tensión entre la supervivencia y el cansancio. Llevaba un pantalón gris; colgando por fuera, la camisa azul claro, de cuadros desvaídos. Llevaba una cartera, a modo de portafolios de sport, de un color sufrido militar y diseño Coronel Tapioca en Nuevos Ministerios. La figura algo curvada por los hombros, como soportando un peso interior. La cabeza encajonadamente erguida, con la trayectoria visual en paralelo al suelo. La mirada opaca, quizá acechante, pero perdida en el juego de buscar algo que no le reconozca, o que le reconozca, como si temiera que algo o alguien, pudiera pedirle alguna cosa. O que la mirada sí se reconociera en un afán: el de un posible votante azorado por el acto piadoso de ofrecerle cobijo. Tenía Cayo Lara la estampa de hombre que sólo aspira a una jubilación digna. Si en las próximas elecciones consigue salir diputado, tendrá esa jubilación asegurada. Ni de coña me inspira un tipo así. No pienso votarle.