domingo, 13 de septiembre de 2009
infancia y delito. el dispositivo sancionador
Correo enviado a mi amigo X.
Noticia de última hora:
Acabo de ver y escuchar a tu amigo Javier Urra, ex Defensor del Menor y eximio Tertuliano (Me la Tocas con la Mano), en TeleMadrid asegurando, a propósito de los sucesos de Pozuelo, que la policía está desprotegida y la sociedad tiene que defender a los policías porque durante los últimos 30 años la sociedad ha demostrado que ha fracasado en las tareas preventivas de educación de los niños salvajes.
La solución: Poner en marcha el dispositivo sancionador, castigando a los padres por no responsabilizarse de lo que hacen sus hijos, y acabando con la impunidad de los menores. Más madera (y maderos)!!! Para los casos de violación, homicidio y reincidencia, defiende Urra bajar la edad penal a los 12 años.
Todo ello, ça va de soi, previo a un segundo paso: Poner comisarías y retenes de policía en guarderías, colegios públicos y concertados, así como institutos e instalaciones deportivas infantiles y juveniles. Está en fase de estudio la creación de una brigada de niños policías infiltrados en las mafias infantiles de todas escuelas de país.
Respuesta de mi amigo X.
Mon cher Pierrot . Decirte que el especimen navarro al que llamas amigo mío, es un personaje surgido del linaje directo de los hombres envueltos en pieles y murmuradores de idiomas inintelegibles que jamás fueron romanizados ni arabizados, a pesar de los rudos soldados que ambas grandes culturas enviaron para la conquista y población. Además de que no pudieron, yo creo que no quisieron conquistar las montañas pirenaicas, donde ni siquiera en sus bellísimos valles, se puede vivir a partir de octubre. Por esta y otras razones, se creó una voluntaria endogamia generando un carácter tribal en los primeros tiempos hosco e introvertido, acompañado de un lenguaje intraducible para los formados en lenguas romances y semíticas y una selección de informaciones basada en peculiares ausencias estimulantes de las tierras más soleadas, calientes y dadas a la verbena y al requiebro del chorverío.
Se crearon históricamente sus propias leyes penales y civiles (los siempre ejemplares fueros), donde la dependencia del derecho romano (tomado éste, si realizamos un análisis de la evolución histórica del derecho, como un hito en el desarrollo de la inteligencia y el bienestar del hombre), es mínima y crearon una contracultura basada en el dicho rimante: "los de aquí somos así"
Entre ambos intentos de conquista, aparecen como un mensaje novedoso las enseñanzas de Jesús de Galilea, (personaje recurrente en el segmento político que va de la extrema izquierda que posibilitó muchos de los reverendos padres anarquistas y marxistas a la extrema derecha más cretácea y enquistada).
La tercera vía la propugnó un tal Sanfermín que debía ser muy proclive al vino, a los espárragos, a los pedazos de gorrino curado y embutido en tripa, a un baile que supone una serie de brincos atléticos y gritos ancestrales, llamado jota y a la legión de lozanas rubias que pueblan el país.
Pero el camino de Santiago abrió las puertas de fortaleza tan cerrada y la relación con otros hombres, con otros colores de pelo, con extrañas vestimentas y nuevas formas de decir "chapela", convirtió a esta población en una de las más acogedoras, hermosas, francas y cultas de la península. Cultas, a pesar de los continuos sarampiones carlistas que episódicamente atacan a parte de la población. Lo de Monseñor es otra broma que se puede incluir en los ramalazos de la última y más sangrienta carlistada.
Un sarpullido similar es el que invade el cuerpo y la voluntad del que llamas "mi amigo". Hombre del norte en su visión más nefanda, la del castigo, la tribal, la endogámica, la de las orejeras, que si le pones una boina roja se convierte en un "requeté" y que se ha enganchado a los sonetos más urticantes del análisis de la infancia y sobre todo de la infancia que realiza acciones catalogadas como infractoras por nuestra ley penal.
Esta ley es PENAL. Nadie (ningún partido político) en su sano juicio hubiera sacado una ley "cumbayá". Pero es la Ley menos restrictiva y más educativa que las circunstancias nos dejaron sacar. Digo "nos", porque estuve orgullosamente en la "pomada" y por propia experiencia sé que mucha gente se quedó rendida en el camino mientras que otra mucha gente se subió al tranvía, sin billete y en primera, dando codazos a la tropa que estaba todavía sudando, peinándose y saliendo en la foto. "Mi amigo" es el personaje más lustroso de esta tropa. Un cómico de reparto, que suplantó el papel de héroe homérico (un día que fue a verme al pueblo Z., luego mi madre, que estaba pasando unos días, reconoció que como Javier tendrían que haber sido todos mis amigos, luego el cabrón cuando pasaba para el Norte estuviera yo o no, se paraba a darle dos besos y a merendar).
Dios no nos fíe los cuartos para seguir viendo, viviendo y sintiendo personajes que merecerían aportar páginas a la historia, ya enciclopedia, universal de la infamia.
Se le puede presentar en el circo: "Señoras y señores, con ustedes un reconvertido. Un psicólogo que fue adalid de los derechos de la infancia más desprotegida, de la infancia que recurre a la comisión de infracciones por que es infancia, porque es la que menos ha tenido acceso a los bienes sociales como la cultura, la sanidad, los bienes de consumo sugeridos por los cabrones de siempre; la infancia con más desarreglos de corte psicológicos de la sociedad, en fin, la infancia más pobre, que no me salía. Con ustedes, el defensor de la sociedad, el luchador incansable que no descansará hasta que baje la edad penal de los menores, para que se intervenga penalmente cuando todavía hay remedio para que el arbusto no se convierta en árbol. Con ustedes el que ha superado las teorías decadentes de los progresistas malvados y que atienden solo a requerimientos de solidaridad, amor a la cultura, respeto a los demás como emergencia y no como producto del pavor y otras zarandajas, con ustedes el pavo este. (¿Cómo me dijo usted que se llamaba?)
Cuídate de semejantes especímenes y pisa por lo "segao"
Un abrazo.
X.
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