martes, 14 de septiembre de 2010

Cuatro Caminos


Decía Gilbert K. Chesterton:

"Diga usted una sola palabra y escribiré un libro contra usted”.

La mayoría de los bocazas de Cuatro Caminos somos ese tipo de pistolero.




8 comentarios:

  1. Cuatro Caminos, que siempre fueron Cinco

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  2. Es opinable.

    Atendiendo al nombre de los caminos, nos salen cuatro: Bravo Murillo, Reina Victoria, Raimundo Fdez. Villaverde y Santa Engracia.

    Si antaño, los nombres Raimundo Fdez. Villaverde y Reina Victoria hubieran computado como uno nada más, los Bulevares, entonces los caminos serían tres.

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  3. Muy mal me parece que te olvides de la Calle de Los Artistas

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  4. Cierto, me olvide de ese callejón. Me suele ocurrir: nací en la calle Hernani.

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  5. Qué de posibilidades nos ofrece ese lugar. Ciertamente la calle artistas (ese palabra tan impersonalmente personal) tiene la dimensión apropiada con respecto a lo que representa en el entorno, abrumada por esaas avenidas con nombre propio.

    Cuatro Caminos fue uno de los mejores sitios para disfrutar de un encuentro casual.

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  6. Falta alguna meditación sobre la multitud de cines que había y la facilidad para llegar a los estudios Sevilla Films.

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  7. Veo que has tocado la fibra de los cuatrocamineros.
    Los bocazas que mejor recuerdo son los de "la ceta de hoy oiga..." o los broncas del "Tija" o del Europa. Al Regio y al Alvi se iba de finos.
    Hasta que nos hicieron aqhél absurdo puente los Cuatro Caminos eran el lugar más hermoso de Madrid.
    O casi.
    J. Cedillo

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  8. Más lugares mágicos: el Metropolinato, el Cristal, el Carolina; queda el Lido partido en varios. Y antes estuvo el cine Astur. Más abajo el Quevedo y el Espronceda, dos poetas en la fábrica de sueños.

    Quitaron los tranvías y los trolebuses, asfaltaron las vías y el empedrado, jodieron los Bulevares, construyeron el monstruo excaléctrico,liquidaron los cines,pulieron los futbolines y billares, aniquilaron las tabernas y los bares de cañas... Y el orden topológico se fue al carajo.

    Vinieron otros al poblado, otros colores y otros mapas; tan trabajadoras ellas -ellos: bastantes están en proceso de averiguamiento- como las cuatrocamineras que emigraron al extraradio de los Madriles en los primeros años 70. Vino el siglo XXI y Cuatroca vuelve a ser punto de encuentro entre castizos y emigrantes. No falta algún caraesquina, ni la que mira de reojo. Bravo Murillo ahora... tiene un aire de malecón con más tráfico de gentes y puntos de griterío. El lío de la tanguita roja y el morenote parado atento.

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