Los admiradores de Van Morrison (y la buena música en general) ya pueden estar dando saltos de alegría. Acaba de editarse “Van Morrison At The Movies”, un álbum que recoge diecinueve canciones del León de Belfast, joyas que han sido utilizadas en el cine por directores como Martin Scorsese, Oliver Stone, Taylor Hackford o Lawrence Kasdam. El mundo del cine reconoció la labor de Van en el homenaje que recibió el pasado 22 de febrero en Los Angeles. Su contribución musical al arte de la gran pantalla queda reflejada en el uso de sus canciones en más de 50 películas. La ceremonia, previa a los Oscar, fue presentada por Al Pacino.
Las canciones de Van Morrison (Belfast, 1945) , además de su inmensa voz y gran talento como compositor, contienen una visión del mundo. Esas emociones, expresadas con una personalidad arrebatadora, se prestan muy bien como compañeras de viaje en películas como “Infiltrados”, “Nacido el 4 de julio”, “Buenos días Vietnam”, “El diario de Bridget Jones”, “Oficial y caballero”, “Un día inolvidable”, “Te odio mi amor”, “Un hombre lobo americano en Londres”… Este disco, además, cumple una importante función paralela: ser un inteligente recopilatorio de grandes éxitos de la excepcional obra de Van Morrison. Se incluye una versión inédita de la apoteósica “Moondance”, grabada en directo en 1986.
El disco, cómo no, se abre con el totémico “Gloria”, en la versión original que grabó en 1964 con su grupo Them. Es el tema más solicitado en sus conciertos. Sus admiradores gritan sin cesar para que la cante nada más salir al escenario, lo que es una lata permanente y fuente de constantes cabreos de este artista con fuerte carácter, creador que no da ninguna concesión a la galería. Los madrileños recordamos que, después de una bulla constante del público pidiendo “Gloría” en la sala La Riviera, Van exclamó. “Bueno, vamos con esa jodida canción”. Luego la cantó. Y ya todo el mundo pudo subir tranquilamente a los cielos.
Hay dos momentos cumbre en “El último vals”, obra maestra del cine documental que dirigió Scorsese sobre el concierto de despedida del fundamental grupo The Band. Por allí pasaron “monstruos” como Neil Young, Joni Mitchel, Eric Clapton, Neil Diamond, Muddy Waters, Dr.John, Ronnie Hawkins... El gran subidón de la película es la aparición de Van Morrison cantando “Caravan”, versión que recoge este disco. Morrison sale a escena vestido de country glamouroso con unos kilos de más. Su interpretación consigue hacer un agujero en las tablas del escenario, ya que Van canta de gloria y acaba hasta revolcándose por el suelo. El otro gran momento de tan enorme película es el descenso cenital de la cámara sobre el sombrero blanco de Bob Dylan.
El repertorio de “Van Morrison At The Movies” es un lujazo: “Baby Please Don´t Go”, “Jackie Wilson Said”, “Domino”, “Brown Eyed Girl”, “Into The Mystic”, “Hungry For Your Love”, “Days Like This”, “Some Like You”, “Irish Heartbeat”, (acompañado por The Chieftains”... Y volviendo a Scorsese, a su película “Infiltrados”, el disco se cierra con el tema “Comfortably Numb”, una versión del tema de Pink Floyd que Van interpretó en la producción en directo del espectáculo que Roger Waters montó en 1990 sobre la opera-rock conceptual “The Wall”. Todo en este disco es sensacional.
Van en películas como esta
Que Van Morrison de tanto juego en el cine no es casual. Sus canciones ayudan a coronar secuencias clave. Eso ocurre porque convierten en música pensamientos y sentimientos de calado profundo. Pongamos un ejemplo. En “Mejor imposible” (1997), dirigida por James L. Brooks, Jack Nicholson encarna a un novelista insoportablemente neurótico, Helen Hunt a una camarera que le soporta y se deja ayudar por el intratable Jack, y Greg Kinnear, a un artista homosexual con problemas con sus padres y vecino de Nicholson.
Los tres emprenden un viaje donde se demostrará que pueden entenderse e, incluso, quererse. La prueba es que Jack Nicholson, después de hacer una broma pinchando en su rutilante descapotable a ·Village People, pone la primera canción de una selección específica de temas titulada “Para utilizar como un picahielos”. Suena “Days Like This”, hermosa pieza que Van Morrison había sacado al mercado hacía poco. Escojo esta estrofa del talento de Van:
“Cuando nadie se cuele en mis sueños habrá días como este
Cuando la gente entienda lo que digo habrá días como este
Cuando entiendas los cambios de cómo son las cosas
Bueno, mi madre me dijo que habría días así.”
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