domingo, 27 de diciembre de 2009
EE.UU.: "Sheriffs" virtuales para la frontera
Claire Prentice
BBC
Cuando John Spears llega a casa desde su trabajo como vendedor en Nueva York, se sienta ante su computadora con una botella de cerveza y empieza a patrullar la frontera entre Estados Unidos y México.
Y para hacerlo, no necesita ni moverse del sofá. Él es uno de los miles de personas de todo el mundo que "patrullan" voluntariamente la franja de 2.000 kilómetros entre Texas y México a través de internet.
El controvertido programa de Vigilancia Virtual de la Frontera de Texas –que ha costado más de US$4 millones- invita a los civiles a inscribirse en la página web blueservo.net.
Desde allí, pueden contemplar a cualquier hora del día imágenes en directo desde 21 cámaras ocultas situadas a lo largo de la frontera.
Quienes están a favor de esta iniciativa, la consideran un paso adelante en los intentos de Estados Unidos para frenar la inmigración ilegal, el tráfico de drogas y la violencia fronteriza.
Los críticos aseguran que este programa fomenta los sentimientos contra los inmigrantes y anima a los ciudadanos a convertirse en vigilantes.
50 millones de visitas
Desde que la web se puso en funcionamiento en noviembre de 2008, ha recibido más de 50 millones de visitas y más de 130.000 personas se han registrado para convertirse en "ayudantes del sheriff" virtuales. Entre los inscritos hay internautas de lugares tan diversos como Australia, México, Colombia, Israel, Nueva Zelanda o el Reino Unido.
La atención creciente sobre la frontera está ligada a la preocupación de que la violencia relacionada con el tráfico de drogas se extienda desde México a Estados Unidos.
Hasta ahora, alrededor de 21 personas fueron detenidas como consecuencia de este proyecto, que está en manos de la Coalición de Sheriffs de la Frontera de Texas (TBSC, por sus siglas en inglés). La mayoría de los detenidos fueron acusados de contrabando y se confiscaron más de 2.140 kilos de marihuana.
Los críticos con el proyecto afirman que no es rentable. Eliot Shapleig, senador demócrata del Estado de Texas, describió el programa como un desperdicio de dinero.
Además, argumentó, las cámaras en la frontera "invitarán a los extremistas a participar en una caza virtual del inmigrante".
A lo largo de los últimos años, la administración Bush intentó detener la inmigración ilegal y el tráfico de drogas con la construcción de un muro en algunas partes de la frontera entre Estados Unidos y México.
Muro virtual
Las cámaras de seguridad se centran en aquellos tramos que no están "protegidos" por el muro o por guardias de frontera.
La web del programa informa a los usuarios sobre qué deben buscar en las imágenes: grupos de gente en barcas que intentan cruzar el Río Grande, individuos cargados con mochilas o paquetes, autos en zonas aisladas y gente arrastrándose entre los matorrales.
Si los "ayudantes del sheriff" virtuales ven algo sospechoso, aprietan un botón en la web y envían un mensaje a la oficina del sheriff de la zona correspondiente.
En ese caso, los agentes decidirán si vale la pena investigar e informar del aviso a la patrulla de la frontera.
"Tener esos pares de ojos extra marca una gran diferencia. Si podemos prevenir el crimen sólo con nuestra presencia, eso es algo positivo", asegura el director ejecutivo de TBSC, Don Reay.
Críticas
En cambio, algunos políticos y grupos de defensa de las libertades civiles consideran que patrullar la frontera debería ser responsabilidad del gobierno de Estados Unidos, no de ciudadanos voluntarios.
"Si bien es legítimo proteger la frontera del país, estamos preocupados porque esas cámara pueden animar a ciertos ciudadanos a vigilar a otros. Esa gente podría pensar en montar en un auto con una pistola en cuanto vea un inmigrante ilegal", aseguró Jay Stanley, de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles.
Sin embargo, los gestores de la web afirman que el objetivo principal de la iniciativa es luchar contra el crimen, no contra la inmigración ilegal.
El director de la oficina de justicia de Texas, Rick Perry, concedió US$2 millones de fondos federales al proyecto en su primer año y dos millones más en el segundo. A lo largo de los próximos meses, se instalarán más cámaras en la frontera.
Este político fue criticado por ceder ante los caprichos del ala derecha del Partido Republicano y el proyecto ha sido parodiado en la televisión estadounidense. Perry no respondió a nuestras llamadas para comentar el programa.
El vicepresidente de inteligencia de la compañía de seguridad Stratfor, Fred Burton, apuntó que las cámaras no son la solución para la frontera, sino una herramienta más.
Poder disuasorio
Según la TBSC, las cámaras de vigilancia sirven para intimidar a posibles traficantes de drogas y a los inmigrantes ilegales.
Reay señala que es "imposible cuantificar cuántos delitos se evitan, pero hemos presenciado numerosos casos de gente que llega a la frontera, se da la vuelta y se marcha".
Como en el trabajo de la policía real, las patrullas online consisten en horas de tedio salpicadas de minutos de mucha excitación.
A pesar de esto, Deanna Blythe, dedica alrededor de una hora diaria a esta actividad. Ama de casa de Athens, Ohio, Blythe asegura que de esta manera siente que está cumpliendo con su deber cívico y ayuda a mantener la seguridad en la frontera.
El "ayudante de sheriff" virtual John Spears dice que es más que eso. Afirma que "le encanta llegar a casa después de un día de trabajo y jugar a guardia de frontera. Es más interesante que la televisión".
lunes, 21 de diciembre de 2009
“The Boat that Rocked”, una radio necesaria (¡ahora!)
Remitido por Iñaki Calcuta: que lo leyó en el blog "El mostrador de Rob". Comparto la filosofía de lo dicho y daré mi opinión de la peli aquí, cuando la vea.
“The Boat that Rocked” , título original de esta película que se estrenó España con el poco afortunado título de “Radio Encubierta” y que narra las peripecias de una radio pirata inglesa a mediados de los años 60. Las radios piratas emitían en aquella época desde barcos y fuera de las aguas territoriales, de manera que burlaban el férreo y gris sistema musical de la BBC y el gobierno británico, convirtiendo la radio en una auténtica peripecia. “The Boat that Rocked” es una película sin pretensiones más allá del entretenimiento y que con una banda sonora impecable muestra de manera refrescante cómo se puede hacer realidad el sueño de vivir 24 horas inmerso en un mundo alejado de la ocre realidad sin más alimento que música por la vena. Las chicas adoran a los pinchadiscos y todo se reduce a vivir enganchado al vinilo….un perfecto mundo pop.
La realidad es que la historia de las emisoras flotantes inglesas comenzó allá por el año 64 cuando Ronan O´Rahilly, un visionario irlandés que había sido manager de los Animals, se lió la manta a la cabeza y montó en un barco Radio Caroline. Por aquél entonces la BBC no prestaba atención a la fulgurante oleada de grupos como los Kinks, los Beatles ó los Small Faces y la juventud pedía a gritos pop en las ondas. La emisora desapareció en 1967 asfixiada por la presión legal del gobierno…esos tres años fueron la época dorada de las emisoras flotantes en los que Radio Caroline compartió protagonismo con Radio London, de estilo más americano y en la que comenzó su andadura John Peel junto a otras celebridades de la época como Tony Blackburn ó Tom Lodge. Si os pica la curiosidad, no dejéis de visitar offshoreechoes, una completísima página sobre el tema.
Tras ver la película no he podido dejar de hacer una reflexión comparando aquella época con la actual….ya no hay emisoras pirata en el mar, ahora navegan en el océano de la red frente a la estrechez de miras de la industria musical y el enrevesado y mezquino mundo que la sostiene en nuestros días (sociedades de autores y demás). Así que la cosa no ha cambiado mucho desde hace más de cuarenta años. Rock & Roll!
sábado, 19 de diciembre de 2009
Narco-corridos: por un puñado de tiros. Arturo Beltrán Leyva: Jefe de Jefes
Se hacía llamar Jefe de Jefes, como el célebre narco-corrido escrito por Teodoro Bello y popularizado al comienzo de este siglo XXI por Los Tigres del Norte (jefes de jefes a su vez, artísticamente hablando, de la música norteña mexicana). Arturo Beltrán Leyva, alias La Muerte, El Barbas o El Botas Blancas, uno de los narcotraficantes más buscados del mundo, ha caído abatido por fuerzas de la Marina mexicana en una urbanización de lujo del estado de Cuernavaca, el pasado 16 de diciembre. Con él fueron muertos también cuatro de sus sicarios. Días antes, los mafiosos habían escapado a tiros y de milagro de una fiesta en Tepoztlán celebrada en su honor y amenizada por el grupo Los Bravos del Norte. El cantante Ramón Ayala y el resto de los miembros de la banda musical han resultado detenidos en el transcurso de las investigaciones.
Soy el Jefe de Jefes señores,
me respetan a todos niveles,
y mi nombre y mi fotografía,
nunca van a mirar en papeles,
porque a mí el periodista me quiere,
y si no mi amistad se la pierde.
Muchos pollos que apenas nacieron,
ya se quieren pelear con el gallo,
si pudieran estar a mi altura,
pues tendrían que pasar muchos años,
y no pienso dejarles el puesto,
donde yo me la paso ordenando.
La escenificación de la captura de cuerpo presente del capo mexicano quiere ser o aparentar un escarmiento, un aviso red harvest mex. Regado de billetes, con el rosario chingando entre tatuajes, acribillado a balazos y con los pantalones bajados hasta las rodillas, el cadáver de Arturo Beltrán Leyva es todavía más aparatoso que el de Tony Montana (Al Pacino) en la película “El precio del poder” (Brian de Palma). Es una exhibición de hasta dónde puede y ha querido llegar la ley en este caso. Los billetes, como puede apreciarse en la imagen totalmente verídica que ilustra este post, han sido colocados a mano por un funcionario encima del cuerpo muerto del Jefe de Jefes.
Era una vieja práctica en el siglo XIX y en las primeras décadas del XX colocar de pie y espalda contra la pared los cadáveres de los bandidos ajusticiados, a la vista del pueblo para escarmiento. La acción de la Marina mexicana (con o sin ayuda de la DEA) se convierte también así en una acción de castigo en el épico imaginario narco. La muerte de Arturo Leyva Beltrán tiene este rasgo ejemplarizante y moralizante. Como si fuera la última estrofa de un corrido. Y es también la prueba irrefutable del presunto asesinato de un asesino. Si le metemos ritmo andante, acordeón, bajo sexto y cantador, ya tenemos un fiestón wild bunch con sangre de a de veras.
Canción y violencia forman una antigua tradición en la música mexicana. Mucho más vieja es la asociación que forman la pistola y el corazón. En los primeros años 70 empezó a hacer furor el género de los narco-corridos, con el éxito de Los Tigres del Norte y sus piezas “Contrabando y Traición” y “La Banda del Carro Rojo”. Pero lírica similar la encontramos ya a finales del siglo XIX. Así lo demuestra el corrido hagiográfico “Mariano Reséndez” (1890), donde se narra la historia de un célebre contrabandista.
Año de mil novecientos
Dejó recuerdos muy grandes:
Murió Mariano Reséndez;
Lo aprehendió Nieves Hernández.
En su rancho, que era El Charo
Día martes desdichado,
No pudo el hombre salvarse
Porque amaneció sitiado.
En los felices o duros años 20 y 30 del siglo pasado, como consecuencia de las leyes prohibicionistas del tráfico de alcohol entre México y Estados Unidos, aparecen piezas de autor conocido o desconocido, como “Los Tequileros”, “Contrabando de El Paso”, “La Cocaína”, “La Marihuana”, “Corrido del Hampa”… Pero es a partir de la década de los 70, cuando se desarrolla con fuerza la estética llamada “grupera”, que tiene muy presente en su temática al narcotráfico o la frontera y emigración clandestina. Algunos nombres lo dicen todo. “Cruz de Marihuana”, por Grupo Exterminador; “El Rey de Los Capos”, por La Furia Norteña; “El Gran Mafioso”, por Uriel Henao y sus Tigres del Sur.
Estos corridos no hacen otra cosa que adaptar a la realidad mexicana los cantos a la mayor gloria de lo que el británico E.J. Hobsbawn (eminencia y decano de la investigación histórica, marxista y testigo voluntario de la Guerra Civil Española) llama “bandidos sociales”. Estos nuevos Robin Hood o Luis Candelas llenan el imaginario popular de las sociedades modernas. Los corridos con las hazañas del buen bandido llegaron a donde no llegaban los periódicos en un público que no sabía leer ni escribir. Esa lírica sigue vigente.
“El público –me explicaban Los Tigres del Norte- quiere saber qué es lo bueno y qué es lo malo. Nosotros cantamos las canciones como el que cuenta una película. La nueva juventud ve ese desafío que los personajes tienen. Uno se pone a pensar en el valor de esta gente para meterse de lleno en el narcotráfico, que lo hacen como el que estudia una carrera de ingeniero agrónomo. Lo hacen tan normal… La nueva juventud quiere dinero rápido, no perder tiempo. Esas facilidades las da el narcotráfico. Los grupos que se involucran con los personajes, hay motivos sin explicar, tienen problemas o muertes…Si te portas mal…”
Una oaxaqueña moderna, cantante y antropóloga, como Lila Downs me habló con algo de tequila y muchas cautelas sobre unos violentos sucesos ocurridos Oaxaca en 2007: “Opino que la elección del gobernador fue un fraude. La rebelión empezó con unas obras de remodelación de la ciudad en las que tiraron dos árboles simbólicos, dos laureles centenarios. Hubo muertes, pero se han hecho desaparecer las actas de la administración, los registros legales. Los problemas no se solucionan. Parece que en las elecciones generales de 2006 también hubo fraude. Hay un teatro en la política, y por otra parte está la realidad”.
Los capos del narco-tráfico saben a lo que se exponen. El Jefe de Jefes Arturo Beltrán Leyva ha pagado con su vida lo mucho que se había cobrado con su criminal negocio. El espectáculo de Los Bravos del Norte también tenía un precio, que ahora ya no decidirá la parte contratante sino la justicia. En aquel soberbio historión de Camelia La Texana, Los Tigres del Norte dieron cuenta de que la traición y el contrabando eran cosas “incompartidas”.
Un hembra si quiere un hombre
por él puede dar la vida
pero hay que tener cuidado
si esa hembra se siente herida,
la traición y el contrabando
son cosas incompartidas.
Al tradicional género de la pistola y el corazón de los corridos mexicanos vino a sumarse la “enchilada” del narco-tráfico. Y a veces amores, balaseras y sustancias prohibidas viajan revueltas en la misma cajuela del auto. Ningún otro término como el de “espectacular” encaja mejor con la escenografía del asesinato en 2007 de Zaida Peña, cantante del grupo Los Culpables. Tras ser tiroteada en un motel al norte México, Zaida fue rematada por un sicario en la cama del hospital donde se intentaba salvar su vida. El género artístico de Zaida y Los Culpables era la “música grupera”. En el peor de los casos, la canción y el narcotráfico son “cosas incompartidas”.
viernes, 18 de diciembre de 2009
Rosario Castellanos
Agonía fuera del muro
Miro las herramientas,
el mundo que los hombres hacen, donde se afanan,
sudan, paren , cohabitan.
El cuerpo de los hombres prensado por los días,
su noche de ronquido y de zarpazo
y las encrucijadas en que se reconocen.
Hay ceguera y el hambre los alumbra
y la necesidad, más dura que metales.
Sin orgullo ( ¿qué es el orgullo? ¿Una vértebra
Que todavía la especie no produce? )
los hombres roban, mienten,
como animal de presa olfatean, devoran
y disputan a otro la carroña.
Y cuando bailan, cuando se deslizan
o cuando burlan una ley o cuando
se envilecen, sonríen,
entornan levemente los párpados, contemplan
el vacío que se abre en sus entrañas
y se entregan a un éxtasis vegetal, inhumano.
Yo soy de alguna orilla, de otra parte,
soy de los que no saben ni arrebatar ni dar,
gente a quien compartir es imposible.
No te acerques a mi, hombre que haces el mundo,
déjame, no es preciso que me mates.
Yo soy de los que mueren solos, de los que mueren
de algo peor que vergüenza.
Yo muero de mirarte y no entender.
Rosario Castellanos. Ciudad de México, 1925; Tel Aviv, 1974.
Naturalidad
Todo resulta tan natural en esta naturaleza para nada muerta.
El perrito tenía hambre. Y sed. La niña con el palito, vestida de hada, atenta. Los hombres a lo suyo, trabajando. El carnero ya nada tiene que decir. Pero dará mucho que hablar, en la sobremesa. Con cánticos y bailes.
Fiesta del Cordero. Montaña del Rif, Marruecos, noviembre 2009.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
en defensa de los derechos fundamentales en internet
1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.