viernes, 1 de febrero de 2008

dos colosos. Enrique Morente y Pepe Habichuela


Enrique Morente es la máxima figura del cante flamenco actual, más aún si le acompaña la guitarra de Pepe Habichuela. Eso es así, sencillamente. En el territorio del cante jondo, clásico, caben pocas discusiones. Todas las veces que a lo largo de los años hemos visto juntos a los dos granadinos, cantaor y tocaor han estado cumbre. Esa magia increíble volvió a surgir la otra noche en el teatro Albéniz, histórico recinto que Morente reclamó que no se venda. “Que no pongan una tienda de chorizos que engordan y caramelos que se les caen los ojos a los niños”, dijo con su humor habitual.

Dado el cariz especial de compromiso con el flamenco más estricto, Enrique bromeó también sobre su próxima reunión con el grupo Sonic Youth: “Espérate, les he dicho, que tenemos que cantar ahora por seguiriyas”. Y las seguiriyas fueron de una intimidad sobrecogedora, el reto descomunal que es cantar “Reniego yo”, de Tomás Pavón. Un momento antes había tenido lugar una de esas interpretaciones en las que Morente se sabe pletórico, su creación musical del poema de Miguel Hernández “Elegía a Ramón Sijé”. Lo grabó hace treinta años con esta milagrosa guitarra de Pepe Habichuela, y para presentar Enrique ironizó: “En aquellos tiempos hacíamos travesuras y correrías por estas calles. Había aquí al lado un hotel que se llamaba la DGS”.

En el poema de García Lorca “La guitarra”, la sonanta de Pepe estuvo cósmica. Un noche de fábula también con las caña, las alegrías, las soleares, los tangos y las bulerías. Todo en la voz de Morente adquierió una dimensión inusitada y colosal, más inmensa con Pepe.

1 comentario:

  1. Gracias por ingresar a la Iglesia Luciángelica.

    Estamos revelándonos a la miserable orden de Joaquín Sabina sobre mantener a Lucía en el Top Manta y la Etiqueta negra para utilizar su loro como musa y enriquecer a su cofradía de chulos.


    Alvaro.

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