martes, 18 de mayo de 2010
Cuestión de burros: breve explicación de la crisis actual
Un señor se dirigió a una aldea donde nunca había estado antes y ofreció a sus habitantes 100 euros por cada burro que le vendieran.
Buena parte de la población le vendió sus animales.
Al día siguiente volvió y ofreció mejor precio, 200 por cada burrito, y otro tanto de la población vendió los suyos.
Y a continuación ofreció 300 euros y el resto de la gente vendió los últimos burros. Al ver que no había más animales, ofreció 500 euros por cada burrito, dando a entender que los compraría a la semana siguiente,y se marchó.
Al día siguiente mandó a su ayudante, (que nadie conocía), con los burros que compró a la misma aldea, para que ofreciera los burros a 400 euros cada uno.
Ante la posible ganancia a la semana siguiente, todos los aldeanos compraron sus burros a 400 euros, y quién no tenía el dinero lo pidió prestado. De hecho, compraron todos los burros de la comarca.
Como era de esperar, este ayudante desapareció, igual que el señor, y nunca más aparecieron.
Resultado:
La aldea quedó llena de burros y endeudados.
domingo, 16 de mayo de 2010
Tribunal Supremo: pateando culos, pateando caras
Lo horroroso de la derrota de la II República, 70 años después de la victoriosa barbarie, es que seguimos cautivos y desarmados.
Además de los males sufridos en las carnes del juez Garzón, el ensañamiento con que está siendo castigado por el Tribunal Supremo tiene una consecuencia letal para las personas decentes. La patada en el culo de Garzón, por un rebote nada casual, nos ha dado en plena cara a unos cuantos. A Garzón se le castiga por haber investigado la trama Gurtel , a la banda criminal GAL y por intentar reparar las lesiones infligidas al género humano por la sublevación criminal y fascista de Francisco Franco y la posterior secuela homicida de su dictadura. También se castiga a Garzón por haber alcanzado en estos y otros empeños una notoriedad que ofende a algunos de sus colegas jueces, a unos especímenes funestos que sí han demostrado ser descarada y provocadoramente prevaricadores. La patada en nuestra cara es sólo fruto de que para esta basura de justicia somos una mierda pinchada en un palo, sin más. Todo esto pone muy mal cuerpo.
Terapia a seguir: apretar un huevo contra el otro.
(Un tratamiento de choque con escasos resultados hasta la fecha)
Medidas higiénicas: ¡Mano dura con la judicatura!
(Un sueño imposible con esta pesadilla de administración de justicia)