lunes, 28 de enero de 2008
Arcángel: "Manolo Caracol era un kamikace"
Arcángel es un artista de retos. En el XVI Festival Flamenco Caja Madrid que hoy empieza, el cantaor onubense presentará el espectáculo Zambra 5.1 (Jueves 31 en el Teatro Albéniz).
Con proyecciones y sonido sensorround, bajo la dirección audiovisual de Manuel Correa, Francisco José Arcángel Ramos (Huelva, 1977) retoma la obra y el estilo del gran Manolo Caracol. Todo un mito del flamenco vuelve estar de actualidad.
Caracol se dio a conocer siendo niño en el histórico Concurso Flamenco realizado en Granada en 1922, donde la crema del arte y de la intelectualidad, encabezada por Manuel de Falla y Federico García Lorca, hizo una llamada de atención para reivindicar el flamenco.
¿Por qué la figura de Caracol?
Manolo Caracol es un descubrimiento que yo hice hace ya bastantes años. Me enamoré totalmente de su forma de expresión y de su cante. Creo que ha sido uno de los más grandes que ha dado la historia del flamenco, también una persona un poco olvidada de un tiempo a esta parte. Pretendemos hacerle un homenaje cercano a su centenario, que será el año que viene. Bajo mi visión, bajo las condiciones cantaoras que yo tengo, pretendo que las generaciones jóvenes conozcan el repertorio de Caracol.
¿Qué le deslumbra de esa figura?
Lo que más me sorprende de Manolo Caracol es el arrojo con que cantaba. La garra que ponía en todo lo que hacía. La transmisión que tenía a través de la fuerza, de la vigorosidad que imprimía a los cantes. Tenía un conocimiento absoluto de la tradición flamenca. Su línea cantaora se asemeja a mis gustos. Era seguidor de don Antonio Chacón, fue coetáneo de Tomás Pavón y La Niña de los Peines. Lo que más admiro de un artista es la capacidad de sorprender. La valentía de atreverse con todo.
¿Se la jugaba?
Su estilo kamikaze de cantar es lo que me llevó a Manolo Caracol. El valor que tiene este espectáculo para mí es cantar toda una noche su repertorio y no imitarlo nunca. Yo trato de traer su repertorio a mí terreno, a lo que yo controlo. Es importante diferenciar entre la concepción de las cosas y tus cualidades. Hay que buscar el equilibrio.
¿El flamenco necesita hoy una llamada de atención como la del Concurso del año 22?
Más que dar una atención al flamenco para que no se pierda, hay que dar una atención para dejemos de discutir, para que desaparezca esa terrible división de opiniones que hay en todo. Hay que respetar las distintas formas de expresión que existen. El que uno tenga su gusto en el flamenco no le quita importancia a los demás.
¿Se olvida fácilmente?
La aparición de grandes figuras puede eclipsar a las anteriores. Ha habido un afán absurdo de verter sobre Caracol la crítica de que no era un cantaor ortodoxo. Se le criticó por introducir el piano, por hacer la zamba. Se le tomó más como un personaje, que como un cantaor flamenco.
¿Demasiadas rencillas en el flamenco?
Estamos siempre con esa oscura realidad. Para ser partidario de alguien, tienes que ser contrario a otro. Y eso no es así. El flamenco se debe presentar como un arte que consiga aunar formas de expresión distintas, como pueden ser lo que se hacía a principios del siglo XX y lo que se hace ahora. Nos hemos preguntado por qué hasta hace pocos años el flamenco no ha estado a la altura de muchas cosas, y quizá es que hemos perdido más tiempo en pelearnos que en respetar lo que hace cada uno.
¿Qué aporta ‘Zambra 5.1’?
El espectáculo consta de tres partes: el concurso de 1922, la etapa en que Caracol realiza flamenco al uso y luego la parte de zambra. A la vez que avanza el espectáculo, yo avanzo en el tiempo y en las formas. El repertorio de Caracol, como hilo conductor, me permite dar rienda suelta a lo que yo siento, a lo que me apetece hacer, a cómo yo concibo el flamenco.
¿Qué figuras le han tocado?
Caracol, Chacón, Marchena, Camarón y Enrique Morente. Son cosas que yo he escuchado de diferente forma. Con cada uno me he sentido identificado en algún momento: en cualidades, en pensamientos, en intenciones...
¿Le impone el escenario?
Me da más miedo una reunión pequeña de personas, con caras y con ojos mirando directamente.
¿Qué otras música le imponen?
Siempre he admirado a los grandes de la música clásica. Los artistas que más me gustan son los que con poco hacen mucho, como Bob Dylan, Springsteen, Sting o Serrat. Gente que ha hablado siempre desde el corazón, que ha tenido su arte como prioritario”.
Morente abre hoy el festival junto a Pepe Habichuela
En el principio del Festival Flamenco, dos figuras que han hecho historia: Enrique Morente y Merche Esmeralda. Todos los años este festival concede el Galardón Flamenco Calle de Alcalá a una personalidad flamenca cuya carrera artística haya estado especialmente vinculada con Madrid.
Los honores en 2008 son para la bailaora sevillana Merche Esmeralda, cuya dimensión artística es tan notable encima de las tablas por todo el mundo como en la enseñanza del baile flamenco. En su espectáculo Mujeres participan las bailaoras Belén Maya y Rocío Molina
Enrique Morente subirá el telón esta noche. Sus actuaciones en Madrid son siempre celebradísimas. El cantaor granadino, cumbre de este arte en este tiempo, estará acompañado por la guitarra de Pepe Habichuela. Junto al tocaor, también de Granada, ha protagonizado recitales especialmente memorables. En sucesivas veladas pasarán por el festival otras figuras del flamenco: Mayte Martín, El Cabrero, Calixto Sánchez, El Lebrijano, El Capullo de Jerez, El Torta…
Publicado en Público
jueves, 24 de enero de 2008
dos cracks. Antonio Serrano y Javier Colina
Flotó en las noches de Madrid un jazz sin ataduras, amigable y aventurero, farolito de esquinas paradisíacas, portador de remedios para el alma. Estuvo en el Café Central. Allí tocaron dos “cracks”: el armonicista Antonio Serrano y el contrabajista Javier Colina. Del vuelo libre de estos raros pájaros da cuenta el repertorio: “Monk´s Dream”, un homenaje al visionario Charlie Haden, un anónimo con nombre en “guiri” y compás flamenco, “La puerta”• del argentino Chico Novarro, otra vuelta de tuerca al Charlie Haden capaz de transmutar en jazz libérrimo aquel “Rabo de nube” de Silvio Rodríguez, una pieza –“Comandante”, que antes se llamó casualmente “Hugo”- inspirada en los sones folklóricos de los llanos de Venezuela y Colombia, un homenaje con feliz pasacalles de Nueva Orleáns para el recién fallecido pianista y amigo Pepe Torres… Y de generosa despedida, el cubaneo con dulce ensueño de “Drume Negrita”.
Serrano y Colina son camaleones de sus instrumentos, mentes y espíritus abriendo un cofre repleto de conocimientos musicales, de tesoros que estos dos grandes músicos apañan para hacerse un traje de John Silver a su medida. Románticos y sentimentales, fatalistas del buen rollo, Colina y Serrano han atracado en muchos puertos, islas idílicas que han hecho suyas. Los dos saben de las luces y misterios del flamenco, de los gozos sudamericanos que no quieren disiparse, de la tormenta propia en la búsqueda de verdades compartibles. A bordo están también el piano de Mariano Díaz y la batería de Guillermo McGuill. Los cuatro son soberbios, pero Serrano y Colina son tan sobrehumanos que parece que vinieran de otros mundos. Más que instrumentistas superdotados, Colina y Serrano son “monstruos” de un raro mundo. La sinceridad: esa “bestia” incorregible.
lunes, 21 de enero de 2008
Fallece Andy Palacio
PARÍS (AFP) — El guitarrista y cantante beliceño Andy Palacio, artista de la UNESCO por la paz, falleció el sábado a los 47 años en su país de origen, víctima de una crisis cardiaca fulminante, anunció este lunes su productor.
Andy Palacio era originario de la comunidad garifuna, descendiente de esclavos negros y de indios. Esta comunidad, que posee una cultura, un idioma y códigos específicos, esta implantada en Belice, Guatemala, Honduras y Nicaragua.
Profundamente comprometido con la preservación de la cultura garifuna, a la que consagró parte de su vida, Andy Palacio había sido nombrado en octubre artista de la UNESCO para la paz.
Estrella del punta rock, equivalente al zuk de los antilleses, Andy Palacio contribuyó ampliamente a preservar la riqueza de la música tradicional del pueblo garifuna, donde se mezclan influencias amerindias, africanas y caribeñas.
El origen de la comunidad garifuna remonta a 1635, cuando dos navíos negreros naufragaron frente a las islas San Vicente. Los supervivientes fueron socorridos por los indios arawak.
De esa mezcla nació la comunidad garifuna cuyos miembros, que rechazaron cualquier forma de colonización, fueron deportados a finales del siglo XVIII a una isla frente a Belice.
“Wátina”
(Cumbacha)
Hay presencias africanas en América que permanecen todavía casi ocultas. En América Central, instalada en Belice, Guatemala y Honduras, la cultura garífuna es un rico testimonio del sincretismo afro-amerindio. Andy Palacio, garífuna de pro, ha crecido con sus tradiciones sacudidas por el rock y los ritmos afrocaribeños de la soca y el zouk. Sobre una música que tiene su matriz inicial e iniciática en las percusiones y la voz, Andy desarrolla una estética disfrutablemente moderna, honrosa de su historia pasada y testimonio del presente. Antes que tambores hubo caparazones de tortuga. La prematura muerte artista de Belice priva a la música de un valor que había concitado en el último año y con este disco "Wátina" una más que merecida atención internacional.
Publicado en La Clave
las mejores escopetas. Jr. Walker
Una cacería con 'los 7 magníficos', incluidos el Rey y Juan Abelló, acaba en bronca tras descubrirse la utilización de perdices congeladas
Sucedió en fecha reciente. Y estaban las mejores escopetas del país, más conocidos como 'los 7 magníficos'. El ojeo de perdices tuvo lugar en uno de los grandes escenarios de la península ibérica, un excelente terreno de gran tradición cinegética. Sin embargo, la cita acabó como el rosario de la aurora.
Según ha podido confirmar El Confidencial Digital, a la jornada se presentaron dos tiradores dispuestos –decían- a batir todos los records. Alguno de los presentes reconoció que el desafío no era sencillo pues no se trataba precisamente de los cazadores mejor dotados de entre los presentes. Ni mucho menos.
El caso es que cuando todos se dirigieron a sus puestos, la empresa que suministraba aquel día las perdices rojas introdujo en la finca un camión con perdices congeladas. Los organizadores decidieron cargar la mano en los dos puestos aludidos, donde se encontraban los ilustres personajes empeñados en batir su propia marca. Diseminaron en abundancia las aves muertas por los alrededores y se fueron por donde habían venido.
La 'tempestad' se desató cuando uno de los tiradores se percató del fraude: tras cobrar una de las presas, descubrió que todavía estaba congelada por dentro. El afectado estalló a voz en grito contra los responsables: " Te vas a comer todas las que haya como esta, ¿me has entendido". La compañía cobraba 35 euros por perdiz abatida aquel día.
La jornada acabó con mucho enfado y mucha bronca. De hecho, según fuentes consultadas por ECD, este altercado parece haber provocado una discreta reunión, celebrada a finales de diciembre, entre las principales empresas de caza del país, donde se habría pactado el fin de este tipo de prácticas fraudulentas.
Publicado por El Confidencial
domingo, 20 de enero de 2008
"Enigmas", la cara dura. Stevie Wonder
¿Enigmas o enemas? Más bien lo segundo. Hay que tener mucha cara dura para soltar todo tipo de patrañas a las 24 horas del viernes por la noche. Que en “Cuatro” les de juego el modorro “Cuarto mileno” no es coartada suficiente para marear en TVE 1 con el zangolotino “Enigmas”.
Tienen el morrazo de contar que el “niño lama” de Las Alpujarras nació haciendo postraciones.
El 11-S lo anunció Nostradamus escribiendo: “Un fuego para probar a los normandos”.
Un cura resucita a otro con agua milagrosa.
El ectoplasma es un moco grande que le cuelga a una señora. Hay que quedarse con la cara del presentador “vendemotos”, su nombre es perfectamente prescindible. Que despilfarro para un programa tan barato. Los reportajes son una fritanga rancia, bobalicona y cutre. Mira que utilizar la voz del magnífico doblador de Harrison Ford para esta atufante mamarrachada. No hay respeto. En fin, el atractivo de las supersticiones – como la magia de todas las religiones – se basa en la fe de los creyentes.
Publicado en Público
miércoles, 16 de enero de 2008
tras el gallardonicidio. Bear Trap Song
lunes, 14 de enero de 2008
elogio del formato. "Días de Cine". Antonio Gasset Dubois
Ante el nuevo rumbo de “Días de Cine”, lo primero es liberar una lagrimita por la jubilación de Antonio Gasset. Nunca tendremos otro como él. El talento en la punta de la lengua, siempre a punto para clavarlo en los dimes y diretes de la información de cine por televisión. Aunque este buen programa estuviera –y siga- arrinconado a la hora de las brujas, Gasset recogía el guante con elegancia y lanzaba el dardo en la plalabra: “Soy consciente que a la hora de emisión de mi programa solo puede ser visto por un puñado de poli toxicómanos insomnes”.
Le ha sustituido Cayetana Guillén Cuervo. Sus presentaciones son otra cosa: el arte de quedar bien. Hubiera dado igual poner a un cyborg risueño. Gasset tocaba la fibra sensible: “Lo mejor de Venecia, mi acompañante, aunque por desgracia está enamorada de otro”. Antonio se revolvía contra la pesadez de la publicidad. “Cuando vuelvan de la publicidad me habré desnudado y me tiraré al mar… Era un patético intento de mantener la audiencia”, dijo en alguna ocasión.
Pero no sólo de la gracia de Antonio Gasset Dubois vivía la información de cine en televisión. El gran acierto del programa es su formato. Información rápida y efectiva, servida a un espectador inteligente al que no hay que dorarle la píldora babeando sobre lo guapos que son los actores y actrices, sobre las grandes cantidades de dinero que mueve o no mueve este negocio. Se insinúan las tramas. Se apuntan con buen tino las biografías de directores, guionista y actores. Los reportajes express, ofreciendo datos útiles, ponen al día al espectador. No hay cotilleo tontorrón sobre el glamouroso mundo del cine. Más aún, sobra toda autocomplacencia con la materia tratada.
“Días de cine” es un modelo a seguir, no sólo para los programas de cine. También para cualquier programa de información cultural. La eficacia y el humor priman por encima de todo. El resultado es un programa entretenido, cabal y útil. De este modelo todavía tienen mucho que aprender los programas musicales, siempre empantanados con las cifras de ventas y audiencias, en las promociones teledirigidas. Los cinéfilos no se perdían “Días de cine”. ¿A cuántos amantes de la música les interesan esos magacines quiero-y-no-puedo de música con “besazos” para quien sea? El séptimo arte, por “Días de cine”, es tratado con respeto e inteligencia. La música no tiene esa suerte. Los magacines musicales son el reino de la tontería, el sinsentido y la presión industrial.
Publicado en ´Público
“Sowing the seeds – the 10 anniversaty”. Pete Seeger & Arlo Guthrie
Doble álbum para celebrar los diez años de existencia de Appleseed”, sello en el que buen número de las canciones elegidas giran en torno a la guerra de Irak. Donovan actualiza su “Universal Soldier”. Pete Segeegr y su nieto Tao Rodríguez Seeger cantan para la ocasión “The Ross Perot (George Bush) Guide to Answering Embarrassing Questions”.
El venerable bardo Peter Seeger está en el centro de esta factoría folk. Junto con Billy Bragg, Ani Di Franco, Steve Earle y Anne Hills, Pete Segeer clama “Bring Them Home”, ahora pidiendo que vuelvan las tropas de Irak. Pete Seeger (Nueva Yourk, 1919) ocupa un lugar de privilegio en esta selección de canciones. Nadie mejor que él para poner en su sitio las cosas del folk. Frente a lo faltos de esperanza en un mundo mejor, Pete Seeger se pregunta ¿Quién habría podido predecir la caida de Richard Nixon¿ ¿Quién sabía cuándo y cómo volverías las tropas de Vietnam? “Quién sabía cuándo iba a caer el muro de Berlin? ¿Quién sabía cuándo iba a ser liberado Nelson Mandela?
Bruce Springteen pone su granito de arena en “Goshy of Tom Joad”. Reaparecen viejas luminarias del folk como Tom Paxton, Ramblin´Jack Elliot, Al Stewart, Daviv Bromberg, Roguer McGuinn, Judy Collins, Jackson Brownw , Joan Baez... El sello “Applesses” da cobijo a la canción de autor con destino al revuelto paisaje social. Viejos temas se adaptan a la realidad presente, porque viejas luchas son el pan nuestro de cada día en este mundo moderno y terrible.
Appleseed
Jim Musselman fundó el selo “Appleseed” en 1997. Y hacia el han ido la mayor parte de las flores del folk norteamericano . Hoy es una significativa escudería, que combate los puntos negros del mundo actual. Que Pete Seeger -el viejo patriarca vivo del folk – esté en primera fila, es una garantía de calidad y credibilidad.
Publicado en Público
domingo, 13 de enero de 2008
arrepío. Jimi Hendrix
miércoles, 9 de enero de 2008
Javier Colina: "Tete Montoliu era arrollador, aplastante"
Mucho tiempo, doce años, ha tardado el disco “Tete Montoliu & Javier Colina 1995” en ver la luz. Al calor de las celebraciones del décimo aniversario del fallecimiento del universal jazzista catalán se han editado recientemente estas grabaciones históricas, instigadas en su momento por el inquieto cantante pop Santiago Auserón, quien escribe las filosóficas notas de presentación del álbum.
Un disco de poder a poder. Tete Montoliu (Barcelona, 1933-1997) fue nuestro pianista de jazz más universal. En el corazón de Tete estaba el be-bop, esa pasión libérrima por la improvisación que le dio un lugar en la escena jazzística internacional, compartiendo vida, arte y milagros con Lionel Hampton, Dexter Gordon, Chet Baker, Archie Shepp, Roland Kirk, Elvin Jones, Ben Webster, Coleman Hawkins, Anthony Braxton... Javier Colina (Pamplona, 1960), amigo y miembro del grupo de Auserón, es contrabajista eminente de nuestra joven y poderosa generación de jazzistas actuales. Javier Colina retrata su experiencia al lado del maestro Montoliu.
-¿Cómo conoció a Tete Montoliu?
Yo ya tenía unos años cuando me empecé a interesar por el jazz, y el personaje que destacaba aquí era Tete Montoliu. De hecho, empecé a tomar clases de contrabajo con Horacio Fumero, porque era el que tocaba con Tete. Me parecía una cosa arrolladora, aplastante tocando. Le conocí en la grabación del primer disco de Perico Sambeat. Y luego me llamaron para tocar en el café España, de Valladolid, con Tete y el saxofonista británico Ralph Moore. Le caí bien. Si hubiera habido algún pero, me lo habría hecho saber rápidamente. Tete era así.”
-¿Qué le pareció como músico?
“Yo tenía 25 años, llevaba sólo unos siete años tocando el contrabajo. No tenía experiencia, y me asustaba la experiencia de tocar con Tete. Ni entonces ni ahora, yo andaba muy sobrado de seguridad en mí mismo, y Tete me la dio.
-¿Qué le enseñó Tete?
“A mí jamás se me hubiera ocurrido preguntar nada. Para qué, para recibir un improperio. Se aprende viendo y oyendo. Nunca sabes lo que se te va quedar de lo que aprendes. Todavía no sé lo que aprendí de Tete. A lo mejor son cosas que no me esperaba. Yo sólo busco conocer a una persona, y conocer cómo hace ese músico para disfrutar de la música, qué valores musicales tiene para tocar sabroso. Con este tipo de maestros, lo único que tienes hacer es ponerte al lado y ver qué se pega”.
-¿Le dio algún consejo?
"Me dio el mismo que a él le dio un vibrafonista cuando era joven: Cuando hagas la maleta, pon la ropa de actuar encima, para que no se arrugue. Ahora se puede ir a aprender a muchas escuelas, pero lo esencial es la experiencia”.
-¿Qué recuerdos tiene de Tete?
"Tenía fama de ogro, pero yo no lo viví así. Era una persona muy íntegra, que sacrificó mucho, que estuvo siempre en el jazz y no quiso hacer cosas que no fueran música improvisada. No le importó el dinero. Fue una persona muy honrada y muy cabal tocando, y eso en un país en que no se le hacía mucho caso, ni siquiera al final de su vida. Tenía una personalidad muy acusada, arrolladora. Era muy irónico. Se fijaba en todo, cosas que a nosotros nos parecen normales en una conversación, desde su punto de vista de invidente, cualquier comentario que sobraba siempre recibía algo. Era muy ingenioso, muy cáustico, con un sentido del humor que comparto”.
-Tete no se mordía la lengua.
“Decía lo que le daba la gana, y como era invidente, le importaba un bledo quien estaba delante. Me daba una cierta envidia. Era mi héroe. Si había alguna confusión, me sentaba y me leía la cartilla derecho, sin perder ni un minuto. Era franco, siempre iba de frente. Era vacilón, borde con la gente que era borde. Siempre estaba de guasa. Era como su música, transparente, incapaz de tocar o decir algo falso. Esa era su grandeza”.
-Dice que le gustaban las bromas.
-"Su escuela no era fácil, tocando con esos grandes músicos por Europa y el mundo. Los compañeros siempre le estaban haciendo faenas. Le cerraban la tapa del piano mientras Tete estaba contando el un-dos-tres para empezar a tocar. Le dejaban solo en cualquier parte para ver cómo se las apañaba. Ahora parece que más que bromas, eran crímenes. No era para tanto. Estaban mucho tiempo juntos, y había a quien le dejaban dormido encima de la tapa del piano.
-¿Le comentó cómo era el mundo del jazz en España cuando Tete era joven?
“Imagino que era un mundo como para salir corriendo. Si fuera por la necesidad que tiene un músico con esas facultades, ese grandísimo pianista se hubiera ido fuera de este país. Tete estaba muy apegado a su tierra, pero cuando salió, tocó con los mejores. Tete tenía ego, cómo no iba a tener ego sabiendo lo bueno que era. Dicen ahora que está difícil lo del jazz, pero hay que imaginarse a Tete en la España de Franco. Su música refleja la vida que vivió.
-¿Qué destaca de su música?
“La energía. Como un músico no tenga energía, te mueres. Tete tenía tanta energía porque sabía lo que hacía. Cuando oyes esos magníficos discos antiguos que hizo con Dexter Gordon, pues escuchas a un peso pesado, de los que dan guantazo y te arrancan la cabeza. No hay más que escuchar en este disco lo que hace en el tema “Acuarela”.
-¿Cómo se ponían de acuerdo en lo que iban a tocar”
“No había ningún tipo de trapicheo. Tete, unas veces se sentaba y de dibujaba una intro. Otras veces decía un-dos-tres, y punto. El sabía que lo que iba a tocar yo lo tenía que saber. Yo miraba la nota que marcaba con dedo meñique de la mano izquierda, que es la tónica, y pum. Había temas que yo no conocía, pero tenía un estilo que yo podía seguir. Una vez le dijo al público: Ahora vamos a tocar unas canciones catalanas, y lo mejor es que Javier no tiene ni idea. Parecía una broma, pero era cierto. A mí me gustaba ese juego. Tocamos casi un mes seguido en el café Central, y apenas repetimos temas”.
-¿Cómo se interesó Javier Colina por el contrabajo y el jazz?
“Yo tocaba el acordeón en los bailes y las fiestas de los pueblos en Pamplona. Y a veces nos llamaban para tocar en los clubes. Teníamos en el repertorio “Autumn Leaves, y a mí aquello me gustaba. Podía tocar con el contrabajo lo que quería. A nadie le gusta que le digan lo que tiene que hacer, y yo podía hacerlo en esa canción. Ahí empecé a escuchar discos de jazz, Cole Porter, Chick Corea o Bill Evans, cosas de moda en los años 70”.
“Tete Montoliu & Javier Colina 1995”
La historia de este disco comienza en 1994, cuando Javier Colina se acerca a las actuaciones que está realizando Tete Montoliu en el madrileño café Central. Colina, que vivía por aquel entonces al lado del café, le pide permiso a Tete para bajar su contrabajo de casa y tocar con él. La experiencia se repite al año siguiente y Santiago Auserón, días más tarde, pone los medios y el entusiasmo para la grabación del disco, que se realiza en los madrileños estudios Cinearte.
Tete está pletórico de facultades. Su entendimiento es total con Javier Colina, que además de contrabajista superdotado de jazz, es músico dúctil, escudero de figuras del pop y enamorado activo del flamenco y la música cubana. El repertorio lo componen esos grandes estándars del jazz con los que Tete estuvo encariñado y apegado durante toda su vida: “”Yesterdays”, “Come Rain Or Shine”, “I Remember You”, “Laura” o “Willow Weep For Me”. Tete se entrega en sus inmensas composiciones “T´estimo tant” y “Acuarela”. Colina aporta “Brown Basajaun”. Y Montoliu y Colina se fajan en el cierre “Un blues”, compuesto al alimón. Un disco que habla con la verdad del jazz de quienes no tienen más remedio que cazar la vida con su música.
Publicado en Público
lunes, 7 de enero de 2008
metal y casta cantaora. Esperanza Fernández
Hay una genuina expresión flamenca que no se pierde, pero que crece con los tiempos. Esperanza Fernández pertenece a una familia gitana que ha llevado el flamenco por todo el mundo. Hija de Paco Fernández, hermana del tocaor Paco y del bailaor Joselito, Esperanza participo en la experiencia WOMAD, los festivales de “músicas del mundo” amparados por Peter Gabriel. Pero ha sido encumbrada por espectáculos como “Amargo”, de Mario Maya, la participación en la VII Bienal Flamenca de Sevilla, junto a Enrique Morente, o “El amor Brujo” de Falla, cuando despuntó su la talla de cantaora. Hoy Esperanza Fernández es uno de los más sólidos valores del cante.
Esperanza, en su disco "recuerdos", Dos canciones retoma que fueron gloria de la copla andaluza “Manolo Reyes” y “Antonio Vargas Heredia”. También se enfrenta a la interpretación en romanó del himno de los gitanos “Gelem-Gelem”, que acompaña el jondo piano de Dorantes. Todo lo demás de este “Recuerdos” es flamenco clásico hecho con el pulso actual que aportan las guitarras de José Antonio Rodríguez, Miguel Angel Cortés y Paco Fernández.
Momentos cumbre de profundidad son las interpretaciones recogidas en directo por soleá, seguiriyas y cantiñas de Pinini. Un disco trabajado durante largo tiempo con el Esperanza quiere expresar la plenitud de su momento actual. Lo ha conseguido. Gustará a los buscadores de purezas ancestrales, a los curiosos por un arte que no necesita ninguna justificación. Es música grande, buena, sincera, contagiosa.
Artista
Nacida en Sevilla, en 1966, Esperanza Fernández se forjó tanto en el ambiente familiar como en las academias sevillanas de baile de Pepe Ríos y Manolo Marín. Siguiendo la huella popular abierta por la familia Montoya, los Fernández encendieron en escena su fogata artística. Una cantaora larga, con brió, centrada en un flamenco sin filigranas.
Publicado en Público
domingo, 6 de enero de 2008
“¡Papi, cómprame un Kaláshnikov!”. k.d. lang
Ese trajín de enmiendas a la Constitución de EE. UU. vale tanto para un roto como para un descosido. Hay en EE.UU. un montón de gente desvariante que, acogiéndosela con la segunda enmienda, defiende lo indefendible: que el derecho a portar armas es esencial en el rollo de los derechos humanos, que es “bueno, divertido y necesario”. La parte más aguerrida de esta peña, unos 20.000 pistoleros, se reune en el Festival de la Metralleta de Knob Creek, en Kentucky, para dar rienda suelta a sus liquidadores instintos. Y para allá que se fue Jon Sistiaga con su curioso surtido de camisas modernas. Y se volvió con “¡Papi, cómprame un Kaláshnikov!”, reportaje de Cuatro sobre esos días de camping en el paraiso de las armas para mayores y chiquititos.
Sistiaga no se privó de ser impertinente, ni de adjetivar a esta tropa del “lo que no mata, te hace más fuerte”. Hay que comprender a Jon: no cualquiera tiene estómago para permanecer impasible ante descarados tarumbas que hacen patria con mandamientos tan preciosos como éste: “Deshazte de tu ex. Un tiro basta”. Estos fulanos hasta desafían a las mateméticas: “Si sabes cuántas armas tienes, es que no tienes suficientes”.
Y por allí se pasean los nazarenos del KuKlux Klan, hoy con sus cabezas peladas, sus exterminadoras esvásticas y sus sogas para colgar frutos extraños: negros, latinos, judíos… Y no les falta de nada: lanzallamas, napalm, un kit de bolsitas con explosivos… Es gente piadosísima, partidarios del cristianismo salvaje. Que en España no tengamos una segunda enmienda que nos permita liarnos a tiro limpio porque sí les parece “terriblemente aburrido, muy triste, deprimente y peligroso”. Arcangélica sonó la voz de Anthony, también la versión del “Hallelujah” de Leonard Cohen.